DEPORTES › LA ACADEMIA CAYO 3-0 CON QUILMES EN EL SUR
Racing vivió un día Osvaldo
Al minuto perdía 1-0 por un gol de Alayes, en el primer tiempo se quedó con nueve por las expulsiones de Rimoldi y Torres y en el arranque del segundo recibió otro tanto de Alayes. Ceballos cerró la cuenta.
Mientras que Quilmes está cada día más cerca de concretar la hazaña de convertirse en el primer equipo ascendido en meterse en la Copa Libertadores, Racing dilapidó su última chance de prenderse en la pelea, ya que antes de los primeros 45 minutos hipotecó sus posibilidades al quedarse con nueve jugadores y con un gol abajo.
La excursión de Racing por la cancha de Quilmes no podía ser peor. El equipo de Ubaldo Matildo Fillol llegó con la esperanza de jugar sus últimas fichas en la búsqueda de ingresar a los torneos continentales. Sin embargo, su ilusión se empezó a diluir al minuto y medio de partido, cuando Agustín Alayes cabeceó al gol un centro de Benítez y señaló la apertura del marcador.
Claro que ese fue un mal menor teniendo en cuenta lo que sucedió después. Sin motivos aparentes, salvo la desventaja en el marcador, los jugadores de Racing entraron en un descontrol llamativo, que los llevó a intentar revertir el desarrollo a los golpes. De esa forma, no sorprendió que el árbitro Rafael Furchi, de flojo desempeño, expulsara a Lucas Rimoldi y Juan Manuel Torres por faltas fuertes. Así, cuando apenas promediaba la primera parte, el conjunto de Avellaneda ya no tenía más chances de pelear un partido que en la previa aparecía parejo.
Para colmo, en la primera jugada del segundo tiempo, la historia se repitió. Un centro desde la derecha encontró la cabeza de Alayes, que se desembarazó de Pinola con infracción y anticipó a Cuenca para marcar el segundo tanto. Consciente de que el resultado era irremontable y de que corría riesgo de una goleada, Racing planteó un esquema ultradefensivo para la segunda mitad. Y como Quilmes se mostró muy conforme con el marcador, el desarrollo se tornó muy monótono, con el conjunto local dominando la pelota pero sin profundizar, mientras los visitantes utilizaban todas fuerzas para evitar sobresaltos.
Entonces, casi por decantación, llegó el tercero, cuando Ceballos aprovechó una falla de Ramos y anotó el gol con un toque suave ante la salida de Cuenca. De ahí al final, ya nada cambiaría. Quilmes se floreó ante su gente, que cada día que pasa está más ilusionada con la posibilidad de clasificarse en la Copa libertadores y en la Sudamericana. Del otro lado, Racing sólo esperó el paso de los minutos. Ya no había nada por hacer, lo mismo que en el campeonato.