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El primer video-gol
Por Juan Pablo Bermúdez
La Copa América será recordada, es muy probable, como una forma de buena noticia después de tanto Once Caldas y tanto Grecia, y hasta es posible que en cualquier momento Joseph Blatter, cuya crítica al triunfo griego en la Eurocopa delataba el miedo a que el negocio se resienta con ese tipo de sorpresas, hable de ella como un ejemplo. Será recordada también por otras cosas, por jugadores como Mascherano, por los cuatro golazos del empate entre Bolivia y Perú, y algunos etcéteras más. Pero ha sido en este torneo donde se inventó una nueva jugada: el video-gol. Así como alguna vez se inventaron el gol olímpico, la rabona, el escorpión, ha nacido, como fiel reflejo de estos tiempos, el video-gol. Y su autor, a qué negar el orgullo, es un argentino: Carlos Tevez.
El primer video-gol de la historia, al menos el primero del que se tendrá registro como tal, fue el del tiro libre a Colombia. Henao había dado un indicio cuando salió a buscar el remate del delantero al ángulo equivocado; y confirmó que algo estaba mal cuando así dejó entrar la pelota por el palo del arquero, para colmo ni siquiera pegada al poste. ¿Qué fue a buscar Henao ante el tiro de Tevez? La respuesta hay que buscarla en el video-gol: fue a buscar el tiro libre del partido anterior de Argentina, frente a Perú. El mismo Tevez lo dijo ante las cámaras de televisión después del partido: “Sabía que había visto el gol a Perú y por eso le cambié el palo”, expresó con una sonrisa enorme.
La importancia del video, tan ponderada por los técnicos modernos porque gracias a él pueden saber cómo juegan los contrarios, cómo patean los penales y hasta cuál de ellos se pone más nervioso con facilidad, ha llegado a la cancha. ¿Hubiese ido Henao a buscar la pelota ahí si no hubiese visto el golazo de Tevez a Perú? Y además, ¿quién fue el ideólogo de la jugada? ¿Tevez? ¿Bielsa? ¿Tití Fernández? ¿Cavallero, como contó el propio Tevez?
¿Cuáles serán las próximas consecuencias del video-gol? Imposible saberlo, pero las variables son infinitas: Costacurta le puede pegar a la pelota en lugar de al pasto para desconcertar al arquero, por ejemplo; los árbitros podrían anular un gol por replay falso y Sambueza podría tirarla larga por el costado en vez de tirar el caño. Y ojo, que el día que D’Alessandro haga La Normal en lugar de La Boba, se mete al arco con pelota y todo.