EL PAíS › GESTO POLITICO DE KIRCHNER A MESA Y ANUNCIO DE INVERSIONES
Un apoyo que viene con gasoducto
Ambos presidentes firmaron un acuerdo por el cual se elevarán las ventas del fluido boliviano a la Argentina. Techint y Repsol, interesadas en la construcción del gasoducto del Noroeste.
Por Nora Veiras
Página/12
en Bolivia
Desde Tarija
“Gas” es la única palabra que se repite en territorio boliviano al momento de hablar de la visita del presidente Néstor Kirchner. La comitiva argentina aterrizó con el claro objetivo político de respaldar al presidente Carlos Mesa, quien acaba de obtener el apoyo popular para modificar la Ley de Hidrocarburos en su país y ampliar el horizonte exportador en materia energética.
Bolivia ya anunció que llevará de 4 a 6,5 millones de metros cúbicos por día la venta de gas a la Argentina. La apuesta a mediano plazo es elevar ese tope a 25 millones diarios, para lo cual se requiere la construcción del gasoducto del Noroeste argentino, una inversión de más de 1000 millones de dólares cuya ejecución estaría en manos de Techint, aunque altísimas fuentes de la comitiva argentina revelaron que la petrolera Repsol también estaba interesada en el asunto. Después de pasar apenas cuatro horas en Tarija, el Tango despegó rumbo a la isla Margarita, donde hoy Kirchner se reunirá con su par Hugo Chávez y recibirá a la oposición a menos de un mes del referéndum que definirá la continuidad o no del mandatario venezolano en el poder.
Kirchner y Mesa almorzaron en el hotel Los Parrales. Participaron también el jefe de Gabinete, Alberto Fernández; los ministros de Defensa, José Pampuro; de Salud, Ginés González García, y de Relaciones Exteriores, Rafael Bielsa; el gobernador bonaerense Felipe Solá; el de Jujuy, Eduardo Fellner; los diputados José María Díaz Bancalari, Jorge Argüello y Alicia Castro, además de los senadores Miguel Pichetto, el radical Mario Losada y Diana Conti.
Tarija, donde tuvo lugar la reunión, cuenta con la principal reserva de gas de Bolivia. Concentra el 85 por ciento de ese combustible. Es, además, la ciudad donde hubo más votos positivos (más del 80 por ciento) en el referéndum que postulaba la exportación de hidrocarburos y la nacionalización de su explotación.
En la Declaración Presidencial de Tarija, que se firmó a raíz del encuentro, Kirchner congratula “al pueblo de Bolivia por el ejemplar acto cívico llevado a cabo recientemente en ocasión del referéndum”. “El gobierno argentino felicita la madurez con que el pueblo de Bolivia ha encarado situaciones propias de todo sistema democrático”, dice el texto. De hecho, sin ese resultado favorable en la consulta, los acuerdos energéticos actuales y potenciales entre la Argentina y Bolivia no serían posibles.
Jaime Barrenechea, presidente de Yacimientos Petrolíferos Bolivianos, explicó que los convenios entres ambos países dependerán de la modificación de la Ley de Hidrocarburos. En Bolivia calculan que el debate de esa norma en el Congreso llevará unos seis meses. El dato no hace más que ratificar el claro gesto político de la Argentina de dar apoyo a Mesa con la intención de conseguir, en el más breve lapso posible, la aprobación de la ley. Kirchner, por su parte, dijo que espera que el gasoducto del Noroeste, necesario para la importación de gas, esté listo para el 2006. Al pie de la cuesta de Sama, con el río Guadalquivir en el horizonte, Barrenechea precisó que ya le presentaron a la Argentina la factura por 5.375.000 dólares por los 4 millones de metros cúbicos por día que empezó a vender a partir de junio para zanjar la crisis energética en el país.
El Tango 01 transportó en sus bodegas una donación inesperada de 200 mil dosis de vacunas contra la fiebre amarilla destinadas a evitar un brote de esa enfermedad en el país vecino. El ministro de Salud explicó que se firmaron dos convenios de colaboración sanitaria con Bolivia para combatir el dengue, el paludismo y el mal de Chagas. El ministro de Defensa viajócon el objetivo de acordar criterios de seguridad conjunta en la frontera con Bolivia y afianzar la relación entre ambos países.
Tras el breve paso por Bolivia, el arribo a Venezuela será el centro de las especulaciones oficiales. En la isla Margarita, la comitiva se encontrará con más de 150 empresarios argentinos y una cantidad equivalente de venezolanos que desde el miércoles están analizando distintas posibilidades de negocios entre los dos países. El gobernador Solá está ansioso por cerrar el acuerdo con Chávez para reactivar el astillero Río Santiago. Venezuela podría construir seis buques Panamax para transporte de petróleo, lo cual supone una inversión de alrededor de 600 millones de pesos. Para concretar tremenda demanda, el gobernador aspira a conseguir también inversiones venezolanas destinadas a poner en condiciones el astillero.
Pero sin duda es insoslayable en esta visita oficial de Kirchner al país caribeño la implicación política por el momento en el que llegará a la isla Margarita. El 15 de agosto se realizará el referéndum de revocatoria del mandato de Chávez y el país está polarizado en esa disputa en la que se juega la continuidad del proyecto bolivariano del venezolano.