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El seleccionado argentino femenino de hockey sobre césped volvió a ubicarse entre los mejores del mundo. Pese a no poder pelear el oro en la final, la medalla de bronce conseguida en Atenas fue un fiel reflejo de que Las Leonas se mantienen en la elite. Pero quien tuvo gran parte de esa responsabilidad fue el director técnico Sergio Vigil. Y en diálogo con Página/12, el entrenador dio su visión sobre lo ocurrido en los Juegos Olímpicos, pocos meses antes de dejar para siempre al plantel. Vigil siente orgullo por lo que le tocó vivir y no lo esconde.
–Ustedes aspiraban al oro en Atenas...
–A lo único que aspirábamos era a conseguir un lugar en el podio. Ese era el objetivo principal. Uno siempre tiene las más altas aspiraciones, y si bien en Sydney habíamos alcanzado la medalla de plata, ahora únicamente pretendíamos volver a subir a ese lugar magnífico que es el podio.
–Más allá del podio, ¿lo conformó el desempeño del equipo en particular?
–Estoy muy satisfecho. No es fácil mantenerse en el alto nivel durante ocho años, porque estas chicas siempre estuvieron en los primeros puestos. Ellas mismas se han ido superando, tienen anticuerpos para sobreponerse ante la adversidad. Además hay que pensar que no jugamos el partido final por una definición por penales, porque en definitiva el partido con Holanda no se perdió. Esta vez no se pudo como en el Mundial de Australia, donde sí ganamos por penales.
–Precisamente, después de perder esa semifinal, ¿pensó que sería más difícil alcanzar el tercer puesto?
–Yo valoro mucho que, después de recibir ese golpe fuerte, se le pudo ganar a China, que es un rival de mucho nivel. Ese es el oro que hay dentro de los deportistas, y por eso digo que ganamos un bronce de oro.
–Usted anunció que luego de la Champions Trophy de noviembre próximo dejará el cargo. ¿Pudo lograr los objetivos que se propuso cuando asumió?
–Yo tenía tres objetivos por cumplir cuando llegué al cargo: formar un grupo más unido, con más pasión y con más inteligencia. Ese era mi sueño y lo pude cumplir. Todo eso era para volcarlo a la vida, que tiene presiones y desafíos permanentes. Creo que nunca se va a ver un equipo que cuando pierde hace un “puente” para agasajar el rival, como sucedió acá. Uno es en el juego como es en la vida.
–¿Cree que este plantel podrá continuar igual sin usted como conductor?
–Estas chicas pueden continuar en este camino sin mí, por supuesto. Esto es un camino de valores, y estarán en los niveles más altos si se mantienen esos valores. Después vendrán camadas de jugadoras más dotadas que otras, pero aquí se han desarrollado con construcción de valores de vida. Esa es la huella para las que vienen atrás.
–¿Cómo evalúa al deporte argentino después de estos Juegos?
–Me parece que se ha superado muchísimo, y lo bueno de todo esto que lo que se consiguió en Atenas servirá para mejorar aún más el futuro.
–¿Se sintió respaldado siempre desde la dirigencia deportiva?
–Siempre sentí que hubo intención de respaldo desde los dirigentes. Soy un agradecido de todas las gestiones de la Secretaría de Deportes. Se han ido mejorando cosas y siempre hubo intención de dar y contener. Hubo entrega permanente.
–A partir de diciembre, ¿dónde se imagina?
–Seguiría en la conducción de grupos. Amo la interacción con los grupos. Pero todavía tengo la cabeza ubicada en el último torneo que queda por participar con Las Leonas, por eso no me puedo dar el lujo de pensar en el más allá.