EL PAíS › EL CONGRESO CERRO EL JUICIO POLITICO
“Quita presión”
Por Eduardo Tagliaferro
La renuncia de Adolfo Vázquez a la Corte Suprema produjo reacciones enfrentadas. En el Senado dominó la sensación de haberse liberado de un proceso que, aunque con final anunciado, conllevaba cierto desgaste. En los diputados encargados de fundamentar la acusación dominó la frustración. “Un cargo en la Corte Suprema de Justicia no es como un empleo privado del que uno se va cómo quiere y cuándo quiere, sino que debe rendir cuentas a la sociedad de sus actos”, sostuvo el titular de la Comisión de Juicio Político, el tucumano Ricardo Falú. A la hora en la que estaba previsto el inicio del alegato de la acusación, el Senado se transformó en tribunal para notificarse de la renuncia de Vázquez y dar formalmente por cerrado el enjuiciamiento.
“La renuncia fue una decisión razonable y sensata que quita presión al Senado y que le permite al Ejecutivo avanzar en la designación de un reemplazante”, fue la primera reacción del titular de la bancada peronista en la Cámara alta, Miguel Angel Pichetto. En algún punto el oficialismo respiró aliviado. Aunque en verdad ya habían dormido tranquilos desde la noche anterior. Los principales referentes del oficialismo, en diálogo con la Rosada, supieron de la renuncia de Vázquez entrada la tarde del martes.
La renuncia del cuatro de los cinco magistrados de la denominada mayoría automática aparece como el fin de un proceso. Aunque las matemáticas no dejan lugar a dudas y demuestran que para completar la renovación del tribunal faltaría avanzar sobre el juez Antonio Boggiano, el oficialismo hasta acá llegó. “Para mí está concluido el proceso de renovación de la Corte”, concluyó Pichetto, satisfecho por la renuncia de Vázquez.
Para el senador socialista Rubén Giustiniani la dimisión “fue un hecho positivo, ya que permite renovar la Corte”. Claro que como toda cosa que se hace a medias, Giustiniani aseguró que “Vázquez huyó antes de enfrentar las evidencias, que eran muchas y muy fuertes”. La mayoría de los diputados coincidió en interpretar que con su renuncia Vázquez privilegió seguir percibiendo su jugosa jubilación. “Vázquez es un personaje del que se podía esperar cualquier cosa”, sentenció la frepasista Nilda Garré. La diputada sostuvo que se iba “un juez que ha perjudicado la imagen de la Justicia”. El radicalismo no descartaba llevar a la Justicia penal los cargos que se formularon contra Vázquez.