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Luego de su consagratoria actuación en los Juegos Olímpicos, donde comandó la Selección Argentina de básquetbol a la medalla dorada y fue elegido el mejor jugador del torneo, Emanuel Ginóbili regresó ayer al país y afirmó que se tomará un año de vacaciones del equipo nacional debido al desgaste físico que viene teniendo en las últimas temporadas.
“El año que viene lo voy a tomar para descansar, es algo que pide el cuerpo. Ya son ocho años con la selección y quiero trabajar un poco más en la parte física”, explicó Ginóbili, máxima figura del equipo en los últimos tres años. El escolta argentino ya había adelantado esa posibilidad antes de los Juegos y ahora lo confirmó. La decisión no sorprende, ya que la única competencia importante para la Selección es el Premundial, que otorga los pasajes para el Mundial de Japón 2006, objetivo que el equipo que dirige Rubén Magnano consiguió con la medalla dorada en Atenas.
Lo que no dejó claro Ginóbili es si este alejamiento resultará definitivo o simplemente será temporario. “Falta mucho para eso. Hay que ver en qué condiciones llego a cada torneo. No tiene sentido decir nada con tanta anticipación”, comentó el bahiense, que igualmente resaltó que la conquista en los Juegos Olímpicos significó la despedida de una etapa brillante. “No hay duda de que este el final de un ciclo. Más adelante se verá si empieza otro, con este grupo, o con otros jugadores”, indicó Ginóbili, que brindó una conferencia de prensa y dio una clínica de básquet a chicos en edad escolar como parte del programa “Proniño”.
En cuanto al logro en Atenas, el escolta de la Selección afirmó que era algo que “nadie soñaba”. “Hace doce años, Argentina ni siquiera se clasificaba para los Juegos, pero el crecimiento de la liga local y que muchos se hayan ido a jugar afuera influyó para dar el paso que faltaba”, explicó Ginóbili, que también se mostró sorprendido por la repercusión que tuvo la actuación de la Selección en el público argentino. “Cuando nos decían que nuestros partidos tenían más rating que el fútbol, no lo podíamos creer”, agregó con su humildad habitual, para luego reconocer que después de la obtención de la medalla de oro estuvo “dos o tres días en una nube. Uno va entendiendo de a poco que entró en la historia del básquet”, destacó el jugador, que estará dos semanas en Argentina y luego se reincorporará a San Antonio Spurs.