[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Son gestos y comentarios medidos, mucho más que frases contundentes, pero la sensación que hay entre los jugadores argentinos en París es que la tercera conquista de Roland Garros puede hacerse realidad la semana próxima. “Habrá un finalista argentino, seguro”, señaló ayer Guillermo Coria tras avanzar a los octavos de final, donde habrá un record de cinco argentinos en el cuadro masculino, que podrían ser seis si Guillermo Cañas cierra hoy con éxito el partido que tiene encaminado ante el francés Paul Henri Mathieu, suspendido por falta de luz.
Mariano Puerta, que con sus reflexiones profundas, pausadas y sinceras ante la prensa se está convirtiendo en una especie de “portavoz” no oficial de los jugadores argentinos, siente que las cosas son diferentes que hace dos años, cuando el último éxito argentino se remontaba al título de Guillermo Vilas en 1977. “Se abrió una puerta que te dice `se puede ganar esto, es posible’. Y por eso preparé este torneo muy especialmente. Se nos respeta mucho a los argentinos, y los rivales a veces incluso bajan los brazos antes de tiempo cuando juegan con nosotros”, indicó el cordobés.
También el diario deportivo francés L’Equipe, que dedica a diario páginas y páginas al torneo, nota que los argentinos llegaron mejor preparados que nunca al torneo más importante sobre polvo de ladrillo. “Da la impresión de que todos los jugadores apuntaron a este torneo, que les importaba menos lo de las semanas anteriores que llegar bien aquí. Y la preparación les salió perfecta”, expresó Alexandre Juillard, encargado de seguir a los jugadores argentinos para el periódico deportivo.
Eliminado el español Juan Carlos Ferrero, los principales rivales de los argentinos son el suizo Roger Federer, implacable número uno del mundo que sólo flaquea sobre arcilla, y el español Rafael Nadal, que juega a diez mil revoluciones por minuto y llega con la confianza que le dan cinco títulos en lo que va de la temporada.
Tras el record de tres semifinalistas y final entre argentinos en 2004, París ofrece en 2005 otra vuelta de tuerca para los sudamericanos: avanzan los grandes favoritos como Coria, Gastón Gaudio, David Nalbandian o Cañas, pero también surgen sorpresas, como José Acasuso, o se confirman posibilidades como la de Puerta, que confiesa su emoción por lo que está viviendo: “Tengo una sensación increíble, es la primera vez en mi carrera que estoy en los octavos de final de un Grand Slam”. Lo mismo le pasa a Acasuso, satisfecho porque “el trabajo rinde sus frutos”. “Que Coria, Nalbandian, Gaudio o Cañas tengan buenos resultados me da la pauta de que yo también puedo estar ahí, ya que les gané o perdí ajustado muchas veces. Los éxitos motivan.” Y Puerta es contundente: “Podemos seguir avanzando. No sabemos hasta dónde podemos llegar”.