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La Selección Argentina Sub-20 accedió a la final del Mundial de Holanda y lo hizo de la mejor manera, como en un sueño: le ganó a Brasil por 2-1, con goles del talentoso Leonel Messi y, en tiempo de descuento, del capitán Pablo Zabaleta, en lo que fue la mejor actuación del conjunto de Francisco Ferraro en el torneo. El rival en la final, que se jugará el próximo sábado en Utrecht, será Nigeria, que derrotó por 3-0 a Marruecos en la otra semifinal.
El Sub-20 jugó bien y por momentos fue claro dominador del encuentro, ayudado quizá por el gol tempranero de Messi, iban apenas 6 minutos de juego, que les cayó a los brasileños como baldazo de agua fría. Un golazo fue, desde más de 20 metros; un violento zurdazo que se clavó en el ángulo izquierdo. De Messi fue la jugada y la definición, y gran parte de la jerarquía que mostró ayer el conjunto argentino. Por eso no debe extrañar que Barcelona, dueño de su pase, se haya asegurado sus servicios hasta 2010, con una cláusula de rescisión de 150 millones de euros. Messi tiene 18 años y es una de las perlas del fútbol mundial.
Pero el chico es modesto. “Insisto en que el equipo no depende de mí. Soy un soldado entre otras diez fieras que ponen tanto, juegan tanto en cada pelota que te trasmiten algo muy especial”, sostuvo el volante una vez terminado el encuentro. Y sobre la asistencia a Zabaleta para el 2-1, comentó: “Al final estaba un poco cansado, pero por suerte me salió la jugada que estaba buscando”.
Argentina dominaba y hacía un segundo tiempo excepcional cuando, en la primera más o menos clara que tuvieron, con un cabezazo de Renato, a los 74 minutos, los brasileños consiguieron el empate. No parecía justo el resultado y así lo sintieron los jugadores argentinos, quienes asimilaron rápido el error y volvieron a lanzarse con alma y vida al ataque hasta producir el milagro.
Tuvo ambición el equipo nacional, frente a un rival que se pensó mejor especulando con ir a un alargue, que nunca llegó. Porque Messi se iluminó otra vez y tras una buena jugada, en la que dejó a dos rivales en el camino, sacó un centro al área que Sergio Agüero no pudo conectar, pero sí lo hizo Zabaleta para que Argentina festejara a lo grande.
Tanta bronca les agarró a los brasileños que su entrenador René Weber afirmó que el equipo argentino “no juega a nada y su fútbol es muy feo. Se dedican a obstruir y esperar los errores de su adversario y eso no agrada a los espectadores”. Por su parte, el técnico del conjunto argentino comentó: “Siempre es especial vencer a Brasil en este clásico. Pero si encima eso nos permite llegar a la final, es aún más lindo”.
Frente a Nigeria, Argentina buscará su quinto título del mundo en la categoría y, de conseguirlo, dejaría un paso atrás a Brasil, que comparte posiciones con cuatro. “Más allá de lo individual, y ahora más que nunca, yo quiero ganar la final y ser campeón del mundo. Pienso que pasamos merecidamente”, comentó Messi, probablemente Balón de Oro de este mundial.