El Coprosede decidió que el partido entre Talleres y Los Andes se disputara en la cancha de El Porvenir, ya que la del club de Escalada no tenía la suya habilitada porque no cumplía con las normas de seguridad. No importó. Las barras bravas de los dos equipos se cruzaron sobre la avenida Yrigoyen, cerca del estadio de Gerli, y protagonizaron una batalla campal que dejó un saldo de alrededor de 50 heridos, tres de los cuales quedaron internados, uno con una bala de goma, y varios autos y vidrios rotos en comercios y casas de la zona. Como consecuencia de los graves acontecimientos, el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian, anticipó que la policía no brindará operativos para los encuentros de Talleres.

En un adelanto de la cuarta fecha de la B Metropolitana, Talleres recibía a Los Andes, con la particularidad de que no podía hacerlo en su estadio por tenerlo inhabilitado. Entonces, el Coprosede eligió el de El Porvenir, en Gerli. Ante esa decisión, los simpatizantes de Talleres se trasladaron desde Escalada y los de Los Andes desde Lomas de Zamora, todos por la avenida Yrigoyen. Y por sentirse discriminados por tener que jugar entre semana y lejos de su estadio, muchos hinchas de Talleres ya habían amenazado con provocar incidentes a través de Internet.

De acuerdo con lo que contaron los testigos, los incidentes se produjeron en las inmediaciones del puente Gerli, muy cerca del estadio. Es que por una falla en el operativo policial, los micros que trasladaban a los hinchas de Talleres, escoltados por la policía, avanzaron hasta una esquina donde cuatro colectivos con la gente de Los Andes esperaban para ingresar a la cancha. Entonces, la barra de Talleres se bajó y empezó a atacar con pedradas y palos a los simpatizantes de Los Andes, que repelieron la agresión. Luego, durante casi media hora, voló todo tipo de proyectiles desde ambas partes y la batalla se extendió hacia las calles aledañas. Los incidentes dejaron cerca de 50 heridos, aunque la mayoría de ellos decidió ir a la cancha, donde fueron atendidos en la enfermería.

Mientras tanto, el árbitro Julio Barraza daba inicio al encuentro, que luego fue interrumpido como consecuencia de los incidentes del exterior. A raíz de la batalla, varios autos sufrieron la rotura de vidrios, lo mismo que algunas casas y negocios de la zona. Un rato más tarde el juego siguió y Talleres se impuso 4-0. A esa altura, la policía había dispersado a los violentos.

Lo curioso es que en los foros de Internet y en la página del club de Escalada, algunos simpatizantes anticiparon los acontecimientos, para protestar contra el Coprosede y contra la AFA por no poder jugar en su estadio. “Mañana hay cachengue contra los de Lomas” o “Mañana hay que pudrirla contra la policía, contra los de Lomas, contra todos”, son algunos de los mensajes que aparecieron en el foro. Incluso había una convocatoria en la plaza a las 16 “para esperar a los de Lomas, con púas, facas y lo que sea”. Claro que también había numerosos comentarios de hinchas sensatos que rechazaban a los violentos y pedían alentar con tranquilidad. Lamentablemente, estuvieron muy lejos de tener éxito.