¿Se puede enseñar a jugar al fútbol cuando se sostiene que los futbolistas nacen y no se hacen? Todo indica que sí, a juzgar por las escuelas que proliferan desde la década del ’80. Claudio Marangoni, el ex volante de Independiente, San Lorenzo y Boca, entre otros equipos, institucionalizó el fenómeno y hoy tiene presencia en su propia sede de Barrio Norte, colegios porteños, countries del Gran Buenos Aires, tres ciudades del interior y hasta en España. Otros futbolistas siguieron su ejemplo aunque sin demasiado éxito. Pero si de clubes se trata, Boca ha sido el precursor en interpretar que si se adiestra a los pibes en el manejo de una pelota, puede haber un negocio rentable detrás. La idea fue presentada el miércoles pasado en la Bombonera.

Al vincularse con la empresa Pampa Fútbol SA, que ya le pagó por adelantado 1,2 millón de pesos, la institución que preside Mauricio Macri permitirá que se abran seis escuelas con su nombre, que en principio se ubicarán en el Barrio Parque de Palermo, Belgrano y Villa Pueyrredón, de la Capital Federal, y en Pilar, Olivos y La Plata, en la provincia de Buenos Aires. La elección de esta última no parece casual: el padrino del emprendimiento es Guillermo Barros Schelotto, uno de los dos máximos ídolos del equipo en la actualidad, junto a Juan Román Riquelme, y un símbolo de Gimnasia en el pasado.

“Sabemos que hay mucha droga, que se está tentando hasta a los más chicos, y por eso nosotros buscamos a través de estas escuelas, que son recreativas y no competitivas, que se alejen de este flagelo, porque ya sabemos que si se practica un deporte, en este caso el fútbol, los chicos son más sanos”, comentó el ingeniero durante la conferencia de prensa en que se presentó el proyecto. Quizá, estimulado por el clima de campaña política, relacionó a las Escuelas Boca Juniors con la prédica contra el consumo de estupefacientes.

Para llevar a cabo la actividad lúdica que les proponen el club y la compañía a los más pequeños, se previó una inversión de nueve millones de pesos. Pampa Fútbol SA es una firma vinculada a la revista Primary, creada en 1995 para el público infantil y que, además, organiza distintos eventos intercolegiales como partidos de fútbol, rugby y hockey, maratones y hasta family days en escuelas privadas, según se puede leer en su página de Internet. Un repaso al staff de la publicación señala que su director es Gabriel Linck.

“Quienes formamos parte de Primary pretendemos ser una opción influenciadora (sic) para que todos los chicos tengan el estilo de vida que usted y nosotros queremos para nuestros hijos”, dicen sus responsables. Ahora, los pibes podrán completar esa noción sobre el estilo de vida que no se explicita, con una propuesta deportiva que posee dos señuelos muy seductores: la popularidad de Boca Juniors (aunque para sus directivos sólo parezca que se trata de una marca) y la presencia en algún evento del mellizo Guillermo, un jugador carismático si los hay, más allá de sus arrebatos anímicos.

La iniciativa comercial, que ya se publicita en la web, se complementa con una entrevista a Rodrigo Palacio, los teléfonos para reservar vacantes y, como no podía ser de otra manera, el ofrecimiento de franquicias. Para fin de año, sus impulsores pretenden llegar a las 20 sedes y en 2008 duplicar esa cifra. Tratándose de Boca, todo es posible, al menos eso se desprende del discurso de Macri.

“La misión fundamental de las escuelas, que no reemplazarán a las divisiones inferiores, es ofrecerles a los chicos y chicas de toda la Argentina la posibilidad de practicar un deporte de manera recreativa, pero viviendo desde adentro toda la pasión del club más importante del país.” ¿Será posible transmitirles a los niños desde una escuelita en Olivos o Pilar toda la pasión boquense? A lo mejor, porque como dice la Doce, “el sentimiento no se termina”. Aunque esos chicos no jugarán a metros de la Bombonera, ni siquiera de Casa Amarilla. Y deberán pagar una cuota mensual que ayudará a recuperar la inversión de Pampa Fútbol SA y a sumar un emprendimiento comercial más a la larga cadena que tienenla marca Boca Juniors y cuyo nombre tienen desde estas escuelas hasta un cementerio para sus hinchas.