El campeón mostró su chapa. En un partido clave, Estudiantes demostró su jerarquía y le dio un duro cachetazo a San Lorenzo, que cayó 2-1 en La Plata, dejó el invicto y hoy puede perder la exclusividad de la punta si gana Boca. Pablo Piatti y José Sosa marcaron los goles del equipo de Simeone, que justificó el triunfo en la segunda etapa. Cuando no había tiempo, Ezequiel Lavezzi descontó con un golazo.

El duelo entre el campeón y el puntero mostró desde el arranque las ambiciones de ambos. Porque los dos salieron con mucho vértigo, con ganas de imponer sus virtudes por sobre las del adversario. Pero en ese enfrentamiento, no hicieron otra cosa que neutralizarse. Entonces, por más que el juego tenía una gran dinámica, las fricciones superaban a las emociones. Dentro de ese panorama, Estudiantes era apenas superior, por la presencia de sus mediocampistas. Sin embargo, las situaciones más peligrosas de los primeros pasajes las tuvo San Lorenzo, cuando Hirsig habilitó a Gastón Fernández, que sacó un derechazo a colocar que se fue muy cerca del palo, y cuando el delantero metió un cabezazo bárbaro que controló Andújar con esfuerzo. Estudiantes llegaba poco, en general a través de tiros desde lejos de Verón.

Pero cuando parecía que el primer tiempo terminaba en paridad, el campeón pegó duro. Con Hirsig afuera por lesión, Angeleri ganó por la derecha y envió un centro para la entrada de Piatti, que desde el punto del penal sacó una volea espectacular para someter a Orion. Pese al mazazo, el líder reaccionó rápido y casi llega al empate con un cabezazo de Silvera que se estrelló en el travesaño tras un centro de Ferreyra.

Claro que con el correr de los minutos, el gol se hizo sentir en el desarrollo. Primero, porque Estudiantes se tranquilizó y comenzó a manejar los ritmos del juego, gracias a un gran trabajo de Sosa. Y luego, porque San Lorenzo se adelantó en busca del empate y regaló espacios. Por eso, los de Simeone pudieron aumentar con dos maniobras de Pavone: en una lo tapó Orion y en la siguiente reventó el palo izquierdo.

Por más que Ramón apostó por el ingreso de Lavezzi, San Lorenzo siguió sin inquietar ni generar chances de peligro. Por el contrario, empezó a perder el orden. Y de esa forma, Estudiantes no lo perdonó. Sosa recogió la pelota en su terreno, corrió treinta metros con la pelota sin que nadie le saliera y sacó un zurdazo que se clavó junto al palo de Orion. Con todo definido, apenas hubo tiempo para el descuento de Lavezzi.