Desde Villa Carlos Paz

El verdadero rally comienza hoy, aquí en Córdoba, cuando cerca del mediodía, una vez que los camiones-batea hayan completado el recorrido de regreso de más de diez horas desde el Monumental, los pilotos que toman parte de la prueba aceleren en el Valle de Punilla. Será una larga jornada que culminará, para que los cordobeses no se queden con la sangre en el ojo, con otra prueba especial en estadio cerrado, en este caso en el Olímpico del barrio Chateâu Carreras, un espectáculo que, en promedio, cuesta entre tres y cuatro veces más barato que el que se ofreció ayer en el Monumental.

Después de los escasos minutos disputados anoche en River, tramos que los pilotos aceptan con resignación en función de darle trascendencia a la actividad que practican, aunque en la intimidad insistan en que, desde el punto de vista deportivo, no agrega nada, la auténtica competencia se pone en marcha en los tramos más bien trabados de la zona al norte de la capital cordobesa, entre Capilla del Monte y Cosquín.

En esa zona arenosa, un par de años atrás, Sébastien Loeb esquivó un toro atravesado en el camino para ganar por primera vez este rally. El francés campeón del mundo viene a llevarse su tercer triunfo consecutivo y su flamante Citroën C4 ya dio pruebas de eficacia ganando en la tierra de México y Portugal. Los pilotos de Ford –los finlandeses Marcus Gronholm y Mikko Hirvonen– son los rivales; el noruego Petter Solberg (también con auto nuevo, el Subaru WRC07) puede ser el tapado. Y hay que ver cómo se desempeñan en esta clase los dos argentinos, Luis Pérez Companc y Juan Pablo Raies: el conocimiento del terreno ya no es ventaja a este altísimo nivel de campeonato mundial. Tan celoso es el grado de competencia que ninguno de los equipos extranjeros quiso que sus autos viajaran en el piso superior de los camiones-batea, para evitar que nadie curiosee debajo de los chasis de los coches y descubra secretos en, por ejemplo, los diferenciales o las suspensiones.

La lucha entre cordobeses (Pozzo, Villagra, Ligato) y extranjeros será más cerrada en el Grupo de Producción, con autos menos preparados. Allí los argentinos aspiran seriamente a la victoria y no sería raro que muchos colaboraran con el resultado de Gabriel Pozzo, el único compatriota anotado para correr todo el Mundial.