La Sala I de la Cámara del Crimen anuló toda la causa instruida en la Capital Federal por la muerte de Francisco Vrech, atropellado por un auto conducido por Guillermo Goñi. Los camaristas sostienen que el hecho ocurrió en Vicente López, provincia de Buenos Aires, por lo que el juez porteño Javier Ríos era, desde el principio, manifiestamente incompetente. Debió mandarle un oficio al juez de San Isidro que estaba de turno, Esteban Rossignoli, y éste tenía que ocuparse del caso porque ocurrió en su jurisdicción. La Cámara igualmente no determinó la libertad de Vrech sino que se lo remite a Rossignoli como detenido. Ahora, la investigación quedará a cargo de la fiscal de Vicente López Verónica Di Tomasso, quien ya venía interviniendo desde el principio. El abogado de Goñi, preso en el penal de Marcos Paz, pedirá la excarcelación y la Justicia bonaerense tendrá cinco días para expedirse.

Los camaristas Gustavo Bruzzone, Alfredo Barbarosch y Jorge Rimondi emitieron un fallo que estaba casi cantado. Dijeron que el juez porteño era manifiestamente incompetente para investigar la muerte de Vrech porque todo ocurrió sobre la Avenida del Libertador, en Vicente López. Como el conductor del Honda Prelude fue detenido en Capital, el primero en intervenir fue el juez porteño Ríos, pero el hecho fundamental, la muerte de Vrech, se produjo en el departamento judicial de San Isidro, por lo que correspondía –dicen los camaristas– mandarle un oficio al juez de turno para que se haga cargo de Goñi y toda la investigación. Barbarosch no sólo puso en el fallo que Ríos actuó de forma irregular sino que incluso pidió su juicio político por mal desempeño en sus funciones. A esta última postura no habrían adherido Bruzzone ni Rimondi.

La secuencia de la causa Vrech seguirá así:

- El juez de San Isidro, Rossignoli, recibirá mañana un escrito en el que se le informará que el expediente se retrotrae al momento de la detención, es decir que es nula la indagatoria, la prisión preventiva y el procesamiento de Goñi.

- Rossignoli, a su vez, le enviará ese mismo oficio a la fiscal de Vicente López, Di Tomasso.

- El defensor de Goñi, Gustavo Romano Duffau, pedirá la excarcelación. La fiscal tendrá entonces que expedirse sobre si corresponde o no. En principio, los delitos son homicidio culposo y lesiones graves culposas, por los que generalmente se concede la excarcelación. Pero en este caso habrá que esperar lo que dice la fiscal porque podría llegar a jugar un papel el hecho de que Goñi se fugó. “Me fui de ahí porque quedé shockeado, pero me entregué”, argumentó Goñi ante el juez porteño. Aparentemente, hay otro testigo que lo desmiente, diciendo que tuvo que perseguirlo, pero eso no está claro.

- La Justicia tendrá cinco días para expedirse sobre la excarcelación. En ese período es casi seguro que Goñi va a ser nuevamente indagado –la anterior indagatoria es nula– y la fiscal Di Tomasso dará su opinión tomando en cuenta lo que diga Goñi, pero también los testimonios que tiene en la causa, en la que estuvo trabajando desde el primer día.

- Luego de decidir sobre la excarcelación, la fiscal tiene 15 días, prorrogables por otros 15, para decidir una medida más de fondo como puede ser la prisión preventiva. Incluso en el distrito bonaerense se permite la prisión domiciliaria como una forma atenuada de preventiva.

Como se sabe, Goñi atropelló a Vrech en la esquina de la Avenida del Libertador e Hipólito Yrigoyen, en la madrugada del 21 de abril. Del accidente quedó una prueba importante: las imágenes de la cámara de un comercio, luego difundidas por el noticiero de Canal 9. En esas tomas se percibe que Vrech transitaba a gran velocidad por la avenida, aunque cruzó el semáforo en verde. No se percibe que estuviera corriendo una picada. Vrech y sus amigos venían cruzando la avenida y no alcanzaron a llegar a la otra vereda, cuando el Honda Prelude pasó como una ráfaga y los embistió.

Goñi, al comando del vehículo, siguió su marcha y terminó detenido por policías federales en General Paz y Cabildo. Sobre ese momento existen dos versiones discrepantes. El conductor afirma que se entregó. Un remisero, en cambio, relató a través de los medios que lo tuvo que perseguir y quitarle las llaves, entregándolo después a los policías. La defensa de Goñi dejó entrever que ante el juez el remisero no dio esa versión.