Apenas arrancó el encuentro, Boca generó una chance de gol que dejó en silencio a todo el Morumbí. Si no fue gol fue sólo porque Gracián equivocó el pase y la jugó con Boselli en lugar de Palermo, que había quedado solo en el medio del área y esperaba el centro atrás del volante. Terminó despejando Miranda, pero a la defensa de San Pablo le quedaba claro que debía ser más cautelosa con la ofensiva boquense.

Pero con el correr de los minutos fueron los locales los que tomaron la iniciativa y, con buenas proyecciones por los laterales, lograron arrimarle peligro a Caranta. Primero lo tuvo Leandro, pero su remate se fue desviado, después Borges, quien aprovechó un error defensivo y quedó mano a mano con el arquero de Boca, que alcanzó a frenar con el cuerpo el trayecto de la pelota y le permitió a Paletta despejar.

Durante el breve período en el que San Pablo pareció dominar el trámite, Boca probó suerte con un remate de Ledesma dentro del área, muy desviado, y un zurdazo de media distancia de Palermo que el arquero Ceni controló parado en medio del arco y con sólo poner las manos.

Luego de un buen remate de Hernanes que pasó muy cerca del palo izquierdo de Caranta, llegó la mejor jugada del conjunto local. Dagoberto hizo estragos por la franja de derecha de Boca, fue hasta el fondo, dejó en el camino a Ledesma y luego a Ibarra, ingresó implacable al área y sacó un centro que encontró respuesta en Paletta, figura entre los defensores del equipo de Russo. La última clara de Boca, que presionaba arriba y complicaba a la defensa paulista, fue de tiro libre, a un costado del área. Ejecutó Dátolo y le quedó justa a Gracián, quien de frente al arco sacó un remate muy pero muy desviado.

Apenas arrancó el complementario, Boselli consiguió cabecear dentro del área del San Pablo, pero su remate se fue desviado. A los locales les costaba desnivelar, porque Boca estaba bien parado atrás y trataba de jugar lo más lejos posible de su propio arco, apoyado en el buen trabajo de sus volantes.

Todo cambió tras un error defensivo de Boca, tras un centro de Dagoberto, que le permitió a Aloísio, recientemente ingresado por Borges, llevarse la pelota dentro del área y sacar un remate frontal que vulneró a Caranta y puso el 1-0 que le daba a su equipo la clasificación, debido al gol de visitante marcado en la Bombonera. El negocio para los locales pasó a ser sencillo: consumir minutos y jugar con la desesperación de Boca, que en su búsqueda por la igualdad fue dejando espacios libres atrás.

Russo puso a Bueno para tener más agresividad y, faltando cinco para el final, ingresó Cardozo por Battaglia. Así logró llegar con insistencia al arco de Ceni, pero le faltó precisión en los últimos metros y se quedó con las manos vacías ante un rival que no fue más, pero sacó provecho en el momento justo.