Lanús llegó confiado a Brasil por su victoria 2-0 como local en el partido de ida y también por su victoria 1-0 ante Estudiantes por el torneo local, pero no pudo hacer nada frente al poder ofensivo del conjunto brasileño que se puso en ventaja en la primera parte con un tanto de Leandro Amaral y definió la serie, en el complementario, con un gol de Wagner Diniz y, cuando Lanús soñaba al menos con una definición por penales, otra vez apareció Amaral para anotar el 3-0 que sentenció la suerte del equipo de Ramón Cabrero en la Copa Sudamericana.

Vasco, que en octavos se cruzará con el ganador de la serie que disputan los mexicanos Pachuca y América (1-4 en la ida), hizo un muy buen partido ante el equipo granate, pese a no contar con el argentino Darío Conca, una de sus figuras. Durante la primera etapa, los de Cabrero plantearon un partido cerrado, sin contemplar la gran noche que tenía por delante Leandro Amaral, quien aprovechó al máximo sus oportunidades y aportó con su primer tanto la cuota de tranquilidad que el conjunto local necesitaba para encarar la segunda parte.

Tras el descanso, Lanús se adelantó y complicó por momentos los planes de Vasco da Gama, que sufría cuando lo presionaban en la salida. Pero en la medida en que Vasco crecía, los granates buscaban hacerse fuertes atrás para evitar que los locales ampliaran la ventaja. El gol de Wagner Diniz, que mandaba la definición a los penales, fue un duro golpe para los visitantes. Y cuando todos imaginaban una definición desde los doce pasos, en un suspiro apareció nuevamente Amaral y haciendo gala de su oportunismo anotó el tanto que definió la serie a favor del local.