Los problemas de River parecen no tener fin. No sólo no tiene técnico, sino que el desmembramiento de su plantel parece inexorable. El arquero Juan Pablo Carrizo anunció ayer que se está “despidiendo de River”, porque el mes próximo retornará a Lazio, ya con la intención de quedarse, una vez que solucione definitivamente sus problemas de pasaporte. Y la salida de Carrizo es apenas la punta del iceberg de una larga cadena de salidas que tendrán lugar en el club de Núñez este fin de año.

Carrizo, lesionado en el dedo meñique izquierdo, ya no volverá a jugar en River, porque el sábado ante Banfield estará Juan Marcelo Ojeda, aunque tampoco es seguro que Carrizo vaya a jugar directamente a Lazio, sino que por la compleja tramitación de su pasaporte es probable que sea cedido a préstamo. Claro que además de Carrizo hay muchos otros a punto de irse. Por lo pronto, el delantero colombiano Radamel Falcao García está cerca del Fluminense brasileño. En tanto, el volante Fernando Belluschi puede pasar al Porto, que lo busca para reforzar a su plantel de cara a 2008. El otro mediocampista que está muy cerca de emigrar es Augusto Fernández, pretendido por la Fiorentina. Y si bien la negociación está muy próxima a concretarse, lo bueno para el futuro entrenador es que el jugador recién se incorporaría al club italiano a mitad de año. Por lo pronto el tesorero del club, Héctor Grinberg, se encuentra en Inglaterra realizando algunas gestiones que tienen que ver con las ventas de algunos de los futbolistas mencionados.

Pero mientras cuatro de los habituales titulares están a punto de alejarse de Núñez, la principal preocupación por estas horas pasa por la confirmación del nuevo técnico. Por más que hace tres semanas que Daniel Passarella presentó su renuncia, su reemplazante todavía no aparece. Incluso, varios de los candidatos se fueron cayendo por diferentes motivos. A esta altura, la pelea parece reducida a dos nombres, aunque en las últimas horas surgió una nueva chance.

Descartado por el momento Diego Simeone por su vínculo con Estudiantes y la promesa del presidente José María Aguilar a los dirigentes platenses de no tentar a su entrenador, Nery Pumpido y Claudio Borghi son las dos propuestas que más consenso cuentan. El ex arquero, campeón intercontinental con River en 1986, tiene el aval de su éxito en la Copa Libertadores con Olimpia de Paraguay, equipo con el que logró el título en 2002. Además, su perfil ganador y su pasado glorioso en el club le juegan a favor. Por el contrario, sus planteos de juego defensivos y su no muy exitosa trayectoria en el medio argentino conspiran contra sus chances, más allá de que hoy aparece como la primera opción.

Por su parte, Borghi cuenta a su favor con una línea de juego más acorde con la histórica de River. Pero su paso por el club como jugador no resultó tan exitoso y los éxitos como entrenador los consiguió en Chile, un medio considerado menor.

El nuevo nombre que apareció es el de Osvaldo Ardiles, todavía técnico de Huracán, aunque su futuro en la institución de Parque Patricios es incierto. Ante la posible desvinculación del ex entrenador de Racing, la idea de la dirigencia es sondearlo para conocer sus pretensiones.