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Desde Ginebra

Muchos hinchas y especialistas ven a Javier Pastore como el socio ideal de Leo Messi, el “10” que nutra e interprete al “9 retrasado”. Incluso Sergio Batista habla de esa sociedad, aunque por ahora le dé un espacio mínimo, tan mínimo como los 42 minutos en total que le dio Diego Maradona en el Mundial. Pastore jugó sólo los últimos 25 minutos contra Portugal pero, aunque haga todo por jugar, dice entender la situación. “Sé que acá hay grandísimos jugadores y hay que respetarlos a todos. Hay que entrar cuando me toque entrar y tratar de hacerlo bien”, aseguró el joven futbolista de 21 años.

Pastore hizo un balance positivo de su actuación en la fría noche suiza, en la que en repetidas ocasiones Messi se vio obligado a bajar para asociarse con su mediocampo. Con Pastore en la cancha, insisten muchos, sería diferente. Y algo de eso se vio. “Tuve la suerte de entrar y provocar dos o tres situaciones de gol, y eso es importante. Siempre es bueno ser solución para el técnico, si me toca estar en el banco. Hay que seguir trabajando para ganarme un lugar.” Pastore tuvo oportunidades claras de gol. Messi lo dejó mano a mano con el arquero en una, y en la otra estrelló un cabezazo en el travesaño. “Por ahí la primera oportunidad fue un poco culpa mía de no hacerla; la segunda, travesaño”, recordó Pastore, que se sintió “con ganas” al ingresar al partido, que es “como se tiene que entrar en la Selección”.

El ex futbolista de Huracán elogió con contundencia a Messi: “Leo jugó un gran partido, creo que toda la Selección está mejorando muchísimo y tenemos que seguir por este camino”. Y dejó claro que confía en esa “sociedad” que tantos le auguran con la estrella del Barcelona. “Por suerte tuvimos varias jugadas juntos que las hicimos bien. Me dejó solo (frente al arco), por ahí hubiese sido lindo que fuera al revés, que yo lo dejase solo a él, porque él no yerra”, dijo con modestia.

Una modestia que contrasta con las expectativas puestas en él. Pastore, un mediocampista goleador que lleva 9 tantos esta temporada en el Palermo, posee la esencia histórica del fútbol argentino, en el que en los últimos tiempos escasean los “10” de jerarquía. Messi viste ese número, el mismo de Maradona, pero no es “10”, con lo que la presión por recuperar a ese jugador-estandarte crece. Ya lo dijo Maradona durante el Mundial en el que lo usó menos de lo esperado: “El Flaco Pastore es un irrespetuoso total, es un maleducado del fútbol, te encara a los ojos, te limpia a tres como si hubiera jugado tres mundiales”.

Aparentemente ajeno a tanta expectativa sobre sus hombros, Pastore destaca que Argentina “sigue mejorando en el juego”. “Creo que jugamos muy bien, la pelota siempre bien por abajo, eso hay que destacarlo. En defensa cerramos muy bien, en muchos momentos que por ahí son difíciles. Todo sirve para seguir mejorando y crear un buen ambiente en la Selección”.