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Los tenistas argentinos exhibieron ayer su descontento por haber sido sometidos a un control antidoping sorpresa en plena hora de sueño en el día previo al inicio de la final de la Copa Davis. “Sabemos que puede pasar, son las reglas de los controles antidoping”, dijo lacónico Juan Martín Del Potro, despertado antes de las siete de la mañana junto a Juan Mónaco y David Nalbandian, otros de los protagonistas de la final. “Nada, no quiero hablar mucho del tema”, añadió el número uno del equipo argentino.

Tito Vázquez, el capitán argentino, mostró un semblante adusto al comentar el control. “Lamentablemente hay reglas internacionales, horarios que se dan para ser controlados. Hoy (por ayer) era un día de descanso. Hacerlo a las 6.30, siete de la mañana me pareció un poco fuera de lugar, han despertado a David, Juan y a Pico.”

Minutos antes, el español Rafael Nadal, número dos del ranking ATP, había tenido palabras críticas hacia las “formas” del sistema de control. “Soy el primero que quiero un deporte limpio, pero no comparto la forma en que se hacen los controles. Las formas y el sistema dejan que desear”, dijo el seis veces campeón de Roland Garros.

Nadal se mostró seguro de que en los próximos días él y sus compañeros serán controlados. “De momento no hemos tenido control, pero seguro que lo tendremos. Perdonarnos, a nosotros no nos perdonan jamás.”

La realización de controles a primerísima hora de la mañana es un hecho habitual, ya que los deportistas están obligados a fijar una hora en la que sean ubicables para las pruebas antidoping por sorpresa.

La mayoría fija el horario de las siete de la mañana, en el que tienen la seguridad de encontrarse en sus hoteles. Pero nunca terminan de acomodarse a la molestia.