20 de diciembre de 2011. A simple vista, la fecha no transmite nada. Seis meses después, toma un valor incalculable. Ese día, cuando River ya había cumplido su primer semestre en la B Nacional, David Trezeguet, campeón del Mundo con Francia en 1998 e hincha millonario confeso, sellaba su llegada al club con un solo objetivo: devolver al equipo de sus amores a Primera.

23 de junio de 2012. El delantero franco-argentino se vistió de héroe. Sus dos goles ante Almirante Brown se recordarán hasta el hartazgo en todo Núñez. Esas dos conquistas hicieron llorar a más de las 40 mil personas que estuvieron en el Monumental, y a millones a lo largo de todo el país y del mundo. Trezeguet es la historia del hincha que le dio el ascenso a su club. “Siento una gran alegría y emoción por haber cumplido con el sueño de jugar y ascender con River. Logramos el objetivo que nos planteamos y el club está nuevamente en Primera División; un lugar del que nunca debió irse”, señaló el ex atacante de la Juventus una vez finalizado el encuentro ante los dirigidos por Blas Giunta.

Con 34 años en sus hombros y una trayectoria exitosa en Italia y en la selección francesa, pero con un pasado reciente no del todo positivo, primero en el Hércules de España, con quien descendió, y luego en Emiratos Arabes, Trezeguet resignó dinero y vino a River a poner a prueba su pasión: ayudar al elenco de Núñez en el ascenso. Y la misión está cumplida. “Hay que festejar largamente y celebrarlo por todo el esfuerzo que hicimos a lo largo del torneo. En lo personal, viví todo esto como un hincha más. Tuve emociones fuertes en mi carrera, como un Mundial y una Eurocopa, pero esto es increíble”, remarcó Trezeguet, quien aseguró que River fue un justo campeón. “Ganamos el certamen porque fuimos los mejores a lo largo del tiempo. Superamos a todos los equipos y por eso merecemos el logro alcanzado hoy (por ayer). Ojalá que ahora se vengan muchos más títulos para River”, expresó el delantero.