Al ex NBA Dennis Rodman lo han despedazado por viajar a Corea del Norte al menos media docena de veces. Su estrecha relación con el presidente Kim Jongun le valió críticas del gobierno estadounidense, que lo considera un outsider que en nada contribuye a la diplomacia. Pero el ex triple campeón con Chicago Bulls, en aquel equipo que lideraba Michael Jordan a mediados de los años ‘90 y mejor reboteador de la NBA durante siete temporadas consecutivas, es un tipo tan indócil como excéntrico. En sus viajes a Corea del Norte ha jugado básquetbol, se reunió y agasajó con regalos al líder del país y dijo de sí mismo que es “sólo una persona que quiere enseñar al mundo que podemos llevarnos bien”. Otro ex deportista famoso y con un historial mucho más conflictivo que el de Rodman, el ex campeón mundial de los pesos pesado Mike Tyson, lo llamó “traidor” por esas visitas a Kim Jong-un. En mayo del 2014, el ex jugador de básquet declaró que “Estados Unidos teme mis viajes a Corea del Norte porque sé demasiado”. El los encuadra en lo que llamó “diplomacia deportiva”. Y aseguró que “Kim no quiere atentar con una bomba o matar estadounidenses”.