Aunque la altura no fue de mucha ayuda a los equipos presuntamente favorecidos con esa condición geográfica en la primera fecha de las Eliminatorias sudamericanas, Perú insistirá nuevamente ante la FIFA y la Conmebol para jugar frente a Brasil en Cusco, el próximo mes. “Aún está latente la posibilidad de jugar en el Cusco, a 3400 metros de altura, con el objetivo de sacar ventaja de la altitud ante los rivales más complicados”, señaló Silva. Entre el 23 y 24 de este mes se tendrá la decisión final de la FIFA, acotó el dirigente, que también es congresista. La temida altitud perdió cuatro de los seis puntos que se pusieron en juego en esa condición en la primera fecha: Venezuela venció 1-0 a Ecuador en Quito y Brasil sacó un empate sin goles en Bogotá ante Colombia. El Comité Ejecutivo de la FIFA dispuso el pasado 27 de mayo prohibir partidos oficiales por encima de los 2500 metros por “razones médicas, para proteger la salud de los jugadores”. Los gobiernos de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú rechazaron el veto y la FIFA amplió el límite a 2800 metros, con un techo de hasta 3000 metros. Esta disposición, cuya vigencia está aún en discusión, amenaza vetar los partidos de las selecciones de Bolivia y Perú en La Paz (3577 metros) y Cusco (3350 metros), respectivamente. “Pese a la decisión de la FIFA, aún tenemos la confianza de llevar al pentacampeón del mundo al Cusco y lograr tres puntos que nos permitan sumar para lograr el objetivo de clasificar al Mundial”, señaló Silva. En Lima, Perú igualó sin goles con Paraguay, el sábado pasado, lo que encendió la preocupación: el seleccionado peruano jugó su último Mundial en 1982, hace un cuarto de siglo. “Sin duda este empate le no gusta a nadie; si queremos lograr nuestro cupo al Mundial en adelante debemos ganar en casa y robar un empate de visita”, precisó Silva.