El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, oficializó ayer la decisión de su gobierno de nacionalizar la siderúrgica Sidor, en la que el Grupo Techint poseía la mayoría accionaria. “Recuperamos nuestra Sidor”, dijo Chávez durante un acto con trabajadores del Estado, tras la firma del decreto de nacionalización de la siderúrgica. “Con los trabajadores vamos a transformar a Sidor en una empresa socialista, del Estado, de los trabajadores para impulsar la revolución bolivariana”, agregó el líder venezolano.

Chávez informó que el decreto que dispone la nacionalización de Sidor pasará ahora a manos del Tribunal Supremo de Justicia “para que ratifique el carácter orgánico de la ley”. La decisión del gobierno venezolano de nacionalizar Sidor se concretó apenas 24 horas antes de que el presidente boliviano Evo Morales estatizara el control accionario de diversas firmas petroleras –entre ellas, Andina de Repsol YPF– y la firma de telecomunicaciones Entel (ver página 21). Antes de que Chávez oficializara la decisión, fuentes del Grupo Techint en Buenos Aires informaron que las autoridades venezolanas y los directivos de Ternium retomarán la próxima semana las conversaciones iniciadas el martes en torno al resarcimiento que recibirá la firma por el traspaso de la mayoría accionaria. El gobierno venezolano estuvo representado en las negociaciones por el vicepresidente, Ramón Carrizalez, y los ministros de Industrias Básicas, Rodolfo Sanz, y de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, mientras que la delegación de Ternium fue encabezada por Daniel Novegil.

En tanto, Ternium, principal accionista de la siderúrgica, dijo que “la sociedad se encuentra dispuesta a continuar las negociaciones con el gobierno venezolano con relación a los términos y condiciones adecuados y equitativos en que toda o una parte significativa de su participación en Sidor sería transferida a dicho gobierno”. La posición de Ternium fue fijada a través de un comunicado fechado en Luxemburgo, donde la firma que cotiza en Wall Street tiene su sede legal, y dado a conocer luego de que la Asamblea Nacional de Venezuela declarara a Sidor de utilidad pública e interés social y que Chávez firmara el decreto ley de nacionalización.

En lo que respecta a los números, Chávez rechazó pagar entre 3000 y 4000 millones de dólares solicitados por la empresa. Durante su programa de radio y televisión de los domingos, fijó en 800 millones de dólares el resarcimiento y amenazó incluso con expropiar la siderúrgica si no había un acuerdo.