El desembarco de Carlos Cheppi en la Secretaría de Agricultura no logró poner freno a una fuerte interna política que viene entorpeciendo la gestión del organismo. A mediados de julio, la Oficina Anticorrupción recibió una denuncia anónima sobre supuestos pedidos de coimas por parte de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca) para el otorgamiento de autorizaciones de exportación de carne y granos y la habilitación para participar de la denominada Cuota Hilton. El organismo inició una investigación de oficio y motivó la inmediata reacción del titular de la Oncca, Ricardo Echegaray, quien se presentó ante el Juzgado Federal N° 6 de Rodolfo Canicoba Corral solicitando que se amplíe la investigación sobre el hecho que lo involucra. En esa presentación, Echegaray adjunto un expediente interno iniciado por “un error en el cálculo de la distribución de la Cuota Hilton”. PáginaI12 pudo confirmar que en ese expediente figura la declaración de un empleado de la Oncca que reconoce haber cometido un error en el cálculo que benefició a algunos frigoríficos en detrimento de otros. Lo llamativo es que esa persona sostiene que le comunicó el error al jefe de gabinete del entonces secretario Javier De Urquiza, Carlos Milicevic, quien le dijo que dejará todo como estaba. De Urquiza ya no está en su puesto, pero Milicevic se desempeña ahora como jefe de gabinete de Cheppi.

Fuentes del Gobierno informaron a este diario que Echegaray adjuntó ese expediente en la denuncia que realizó en el juzgado porque sospecha que el anónimo que lo involucró en la OA proviene de algún sector interno que vio recortadas sus funciones desde que desembarcó en la Oncca y decidió “devolver la gentileza”. Según pudo saber este diario, el error cometido en el cálculo de la Hilton no fue por un monto significativo, sino sólo por algunas toneladas, pero hay que tener en cuenta que el precio promedio de la tonelada de Hilton está cercano a los 15.000 dólares. Por lo tanto, por pequeña que sea la diferencia no deja ser significativa. Milicevic habría ordenado dejar todo como estaba, con error incluido, porque ya se había transmitido la planilla a los distintos frigoríficos y nadie se había quejado. Sin embargo, ahora esa omisión le puede terminar generando un dolor de cabeza. Apenas Echegaray se enteró del incidente, decidió tomarle declaración testimonial al empleado de la Oncca ante un escribano y remitir las actuaciones al área de Legal y Técnica para que proceda a la apertura de un sumario administrativo y determine si correspondía hacer una denuncia penal. Luego surgió la denuncia anónima y Échegaray contraatacó.