Hoy entra en vigencia el sistema de pagos en moneda local entre la Argentina y Brasil, lo que permitirá una mayor integración entre las economías de ambos países. El acuerdo final fue suscripto ayer por el presidente del Banco Central de Argentina, Martín Redrado, y su par de Brasil, Henrique Meirelles. De la ceremonia participó la presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, y el ministro de Economía, Carlos Fernández. “El hecho de que nuestros países puedan hacer operaciones con sus monedas trasciende el marco económico. Es realmente un hecho político y cultural, que marca un paso más hacia la profundización de las relaciones regionales. La integración es un mecanismo para una mejor globalización”, señaló la Presidenta.

A partir de hoy, las empresas exportadores e importadores de ambos países podrán realizar pagos y cobros en sus respectivas monedas. En una primera etapa, será aplicable sólo a las operaciones de comercio de bienes, incluidos servicios relacionados como fletes y seguros. “Habrá beneficios concretos para ambos países. Este es un sistema que dará mayor liquidez a la región, reducirá los costos de operación y por sobre todas las cosas, representa el pilar fundamental en la integración financiera de ambos países”, aseguró Redrado.

Para el titular de la entidad monetaria local, este acuerdo forma parte de “una estrategia para la desdolarización del sistema financiero regional”. Estas palabras tienen aún más relevancia si se las enmarca en el contexto de la crisis financiera internacional, tema de conversación constante entre los banqueros que ayer estuvieron presentes en el acto.

Con ironía hacia los presidentes de los Bancos Centrales, Fernández de Kirchner remarcó: “Es casi un pecadillo decirles a las autoridades monetarias cómo tienen que actuar, pero creo que ya dejó de ser un dogma nostálgico hablar de la intervención del Estado en la economía”. La mandataria aseguró que “llegó la hora de la economía real”, donde los Estados no podrán desentenderse del diseño de su política económica.

El sistema de pagos con monedas locales tuvo su primer puntapié en diciembre de 2006, cuando Felisa Miceli, por entonces ministra de Economía, firmó un acuerdo con su par Guido Mantega. El acuerdo terminó de sellarse políticamente durante el último encuentro entre la Presidenta y Luiz Inácio Lula da Silva, el pasado 8 de septiembre. “Es un momento en donde los Bancos Centrales necesitan cooperar para dar liquidez, justo cuando el sistema financiero está casi paralizado”, argumentó Meirelles.

Desde hoy, cualquier exportador e importador de ambos países podrá ir a su banco y realizar sus operaciones habituales, con la diferencia de que la entidad financiera utilizará una tasa de cambio peso/real establecida por la autoridad monetaria. Todos los días, luego de las 18 horas, los bancos centrales publicarán la tasa de tipo de cambio de referencia y al día siguiente se comunicará la cantidad de pesos que se deberán pagar por los reales ingresados, y viceversa.

En Argentina ya suscribieron este acuerdo 16 bancos, entre ellos el Nación, el Provincia, el Ciudad, Macro y Credicoop, sumados a los brasileños Itaú y Banco do Brasil, entre otros. “Este es un primer paso que debería derivar en la creación de una forma de pago regional. La utilización de monedas locales forma parte de un camino objetivo de integración, que sirve para consolidar el Mercosur”, aseveró a PáginaI12 Carlos Heller, del Credicoop. Dentro de este proyecto de regionalización, también está en danza una banca de desarrollo, como el ya constituido (pero no operativo) Banco del Sur.

“Este es un hecho político y cultural para nosotros, que hemos pensado la vida en dólares, a diferencia de Brasil, que ha pensado en reales y de manera real. Nada es casualidad. La región tiene una oportunidad histórica (por sus recursos naturales y humanos) para continuar con el círculo virtuoso que le permita seguir por el sendero del crecimiento”, concluyó Fernández de Kirchner.