Los movimientos marcadamente erráticos de los mercados especulativos, tanto de metales como de materias primas y monedas, fueron dominados ayer por la fuerte recuperación del valor del dólar. La apuesta firme a la moneda estadounidense estaría señalando la confianza de los especuladores en que el plan de George Bush de respaldo a la banca de su país tendría éxito en el salvataje, pero no podría detener la recesión. De allí que los capitales golondrina huyan de los papeles que representan activos físicos, cuya demanda se prevé que caerá. Mañana, quizás, se especule con lo contrario y el mercado se mueva en una dirección distinta: el análisis es tan volátil como frágiles son hoy los bancos y empresas endeudadas.

Los precios del petróleo cayeron ayer cerca de 5 dólares en Nueva York y Londres. El barril se cotizó por debajo de 94 dólares al cierre de las operaciones. El precio del oro también se contrajo por efecto de la fortaleza del dólar. La onza troy cotizó a 844,30 dólares, 4,8 por ciento o 43 dólares por debajo del valor de la jornada anterior. Este comportamiento contradice la fuerte demanda observada en las últimas jornadas de los ahorristas que buscaban el oro como valor refugio. También podría tratarse de un ajuste tras varias jornadas de alza.

El dólar se apreció ayer frente a otras monedas fuertes. Contra el euro, ganó dos centavos, cerrando a un cambio de 1,38 dólares por euro. Para la divisa europea, la de ayer fue la cotización más baja en más de un año frente al dólar. En parte, la argumentación de los apostadores es que en las próximas horas el Banco Central Europeo podría decidir un recorte en las tasas de interés, desalentando las colocaciones en euros.