Mientras Washington se preparaba para votar el plan de rescate financiero en la Cámara baja, los candidatos a la Casa Blanca volvieron al ruedo con energías dispares. Entre llamados a los congresistas de ambos partidos para que den su apoyo al proyecto aprobado el miércoles en el Senado, Barack Obama culpó al fervor liberal republicano de ser el responsable de haber llevado a la economía al borde del desastre. “En los últimos días (McCain) habló de ponerse duro con Wall Street, pero en las últimas décadas combatió las regulaciones que podían haber detenido este caos”, acusó. Por su parte, McCain tiró la toalla en el crucial estado de Michigan y desestimó los sondeos que lo ubican por debajo de su rival.

El miércoles a la noche, inmediatamente después de dar su voto positivo al proyecto de la administración de George Bush, Obama y McCain abandonaron Washington. El candidato demócrata subió a su avión y voló hacia Grand Rapids, en Michigan, desde donde achacó a los republicanos la responsabilidad por la debacle y fustigó a su adversario. “La verdad es que la filosofía de mi rival no es sólo desatinada; revela cuan fuera de la realidad está”, dijo.

Ante unos 16 mil seguidores, el senador por Illinois llamó a diseñar un plan de incentivos económicos para acompañar el rescate financiero y pidió a los representantes que voten por el salvataje. Al igual que había hecho el día anterior, aseguró que de no aprobarse el plan el escenario sería caótico. “Si los mercados financieros colapsan y no hay préstamos disponibles, los negocios, grandes y pequeños, seguirán la tendencia. Son sus trabajos, sus ahorros, su capacidad para luchar por sus sueños para sus hijos lo que está en peligro”, advirtió.

También aprovechó la tribuna para promocionar su plan de estímulo a la alicaída industria automotriz, a través de subsidios y recortes de impuestos a la producción de vehículos no contaminantes. El proyecto, explicó, es parte de su programa para crear nuevos empleos.

Por su parte, el candidato republicano dejó el Senado y se fue a su casa de Arlington, en Virginia. Ayer a la mañana se dirigió a su cuartel general, ubicado cerca de su domicilio, bajó de su auto sin hacer gesto alguno ni mirar hacia los periodistas que se dirigían a él y se dedicó a dar entrevistas televisivas. “La vida no es justa”, bromeó al reportero del canal Fox News que le había preguntado sobre su descenso en los últimos sondeos. “Vamos bien. Ibamos delante en las encuestas y después bajamos, y después arriba, y después abajo. No podemos preocuparnos por lo que ocurre día a día”, justificó. El sitio web Real Clear Politics, que realiza promedios de los distintos sondeos, situaba ayer al senador por Arizona 5,8 puntos debajo de Obama.

“Tenemos mucho trabajo que hacer, siempre me ha gustado ser el rezagado y creo que estaremos de pie hasta muy tarde el día de las elecciones, pero estoy muy contento del lugar en el que nos encontramos”, insistió McCain frente a la cámara. Pero sus palabras no lograron ocultar los signos de preocupación que se hicieron evidentes ayer, cuando su equipo de campaña decidió bajarse del combate en Michigan, un distrito considerado clave. “Nos han dicho que se van a otros estados”, dijo Bill Nowling, portavoz del Partido Republicano de ese estado.

El equipo republicano está retirando las propagandas televisivas de Michigan para concentrarse en otros. Además, el candidato canceló un acto previsto en la zona para la próxima semana. Según el New York Times, la razón del abandono reside en la ventaja de siete puntos –aparentemente irremontable– que detenta Obama, por lo que no tendría sentido para McCain seguir gastando fondos o tiempo en ese estado.