Para el ministro de Economía, Carlos Fernández, el país salió airoso de la crisis financiera internacional pero advierte que existen peligros de transmisión por el lado de la economía real. Por eso, consideró que las “novedosas” medidas anunciadas por el Gobierno podrán frenar este contagio incentivando el empleo, reduciendo la informalidad y transmitiendo confianza a la demanda interna. El plan de estímulo fiscal y obra pública apunta a profundizar los resultados macroeconómicos de los últimos cinco años, pero reconoció que las tasas de crecimiento del Producto serán menores. Por su parte, la presidenta del Banco Nación, Mercedes Marcó del Pont, resaltó el mayor margen de maniobra frente a la crisis que tienen los países, como Argentina, que aplicaron políticas heterodoxas para movilizar sus procesos de acumulación y de distribución del ingreso.

“Tenemos que ser abiertos, pensar en cosas novedosas y escuchar las ideas de los distintos sectores productivos. Hay que tener mayor sensibilidad para poder apuntalar con medidas adicionales las tasas de crecimiento, aunque no en los niveles tan altos que veníamos viendo”, apuntó el titular de la cartera de Economía en un seminario organizado por Centro de Economía y Finanzas para el Desarrollo de la Argentina (Cefid-Ar). En su discurso, Carlos Fernández defendió los pilares del modelo económico, destacó la importancia de los superávit gemelos y el proceso de desendeudamiento público, aseguró la continuidad de un tipo de cambio real competitivo y estable, y reiteró que el país cuenta con los fondos necesarios para pagar los vencimientos de deuda del año próximo. “Por primera vez en un período de más de cinco años tenemos un superávit fiscal que ya se puede caracterizar de estructural, superior a 3 por ciento del Producto Bruto Interno”, enfatizó el ministro.

Por su parte, la titular del Nación destacó la “importancia estructural de la reestatización del sistema de previsión social”. Con respecto a la crisis financiera Marcó del Pont advirtió que “probablemente todavía no se haya tocado fondo” y recordó que “los impactos se van a seguir sintiendo en el tiempo”. Por eso la funcionaria señaló que es necesario un profundo debate sobre el funcionamiento del capitalismo aunque apuntó que “no sabemos si lo nuevo que va surgiendo en ese debate será maquillaje o va a ser más a fondo acerca de transformaciones estructurales que requiere el funcionamiento del a economía mundial”.

En ese sentido, el secretario de Política Económica, Martín Abeles, que participó en las últimas cumbres del G-20, se mostró preocupado por la “timidez alarmante con la que se discute en los foros internacionales” y remarcó la importancia del Estado en la decisión sobre la regulación de la cuenta financiera. El ministro de Economía no se quedó atrás al señalar que es necesario pensar en nuevos mecanismos financieros y en regulaciones más eficientes para la región.

Por su parte, el prestigioso economista francés, Robert Boyer, señaló que “la crisis subprime marcó el fin de la dominación financiera y los regímenes de crecimiento impulsados por el crédito” y remarcó la importancia de nuevas intervenciones públicas. Boyer analizó diferentes estrategias para revitalizar la capacidad de planeamiento del Estado que, a diferencia del mercado, “defiende el mediano y largo plazo”. Para eso consideró necesario “disciplinar al sector financiero, un sistema fiscal más progresivo y la construcción de instituciones que permitan socializar los riesgos y beneficios de la mundialización” a través de acuerdos sociales. En su presentación, el francés apuntó que el aparato estadístico público, el Indec en el caso argentino, debe permitir detectar y anticipar las crisis.

El ministro Carlos Fernández defendió los acuerdos de precios, los controles de tarifas, los subsidios y el uso de retenciones a las exportaciones como medida para controlar la inflación. “La regulación de los sectores que se benefician de rentas extraordinarias, que fue fundamental para tener un tipo de cambio competitivo sin reducir el poder adquisitivo de los trabajadores”, señaló el titular de economía. El economista brasileño Luis Carlos Bresser Pereira, investigador de la Fundación Gertulio Vargas, criticó los modelos basados en el ahorro externo y ancla cambiaria, “que los argentinos conocen bastante bien”. A su vez, advirtió sobre los problemas y riesgos de la enfermedad holandesa, una falla de mercado que se origina en la existencia abundante y barata de recursos naturales, apreciando el tipo de cambio y limitando la rentabilidad de la producción de bienes transables y las oportunidades de inversión.