El Gobierno confía en que alcanzará el año próximo un piso de crecimiento del 4 por ciento. Con el paquete tributario y de repatriación de capitales que el Ejecutivo envió al Congreso y los planes de obra pública para los próximos años que se anunciaron anteayer, el entorno de la presidenta Cristina de Fernández de Kirchner descuenta que podrá sobrellevar la crisis en 2009. Durante la presentación del detalle del proyecto de ley, ayer en Casa de Gobierno, el jefe de Gabinete, Sergio Massa, afirmó que la iniciativa “permitirá mantener el nivel de actividad y empleo y sostener la fortaleza de la economía”. Hizo una férrea defensa de la cuestionada decisión de blanquear capitales de la actividad informal para dar liquidez al sistema. Asimismo, reiteró en más de una ocasión que bajo ningún caso los fondos podrán estar vinculados al “terrorismo” o al “lavado de dinero”. Finalmente, hizo un llamado a los empresarios para que hagan “el esfuerzo de mantener los niveles de empleo”.

El funcionario explicó la “letra chica” del proyecto, acompañado por los ministros de Trabajo, Carlos Tomada, y de Economía, Carlos Fernández; el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, y el titular de la AFIP, Claudio Moroni. “La decisión es enviar un proyecto que tiene como característica ser un puente para distintos sectores de la sociedad, que tiene como objetivo central mantener el nivel de actividad y de empleo, y sostener la fortaleza de la economía”, manifestó Massa. Al ser consultado sobre el alcance real de las medidas frente al actual contexto, previó “a partir de la inversión pública anunciada por la Presidenta por 70.000 millones de pesos, junto a medidas que ayuden al círculo virtuoso, sostener una tasa de crecimiento de 4 por ciento”.

Tanto la presentación como las respuestas tuvieron el mismo interlocutor y el resto de los funcionarios sólo se limitó a asentir sobre las definiciones de Massa. Según explicó el jefe de Gabinete, las medidas tributarias para la formalización del empleo tienen como objetivo “mejorar” las condiciones desde el punto de vista de “obligaciones impositivas y laborales”, y así “generar puestos de trabajo”. “Permitirá acceder a los trabajadores al derecho de seguridad social, obra social, seguro de riesgo de trabajo, y el derecho a la expectativa a la futura jubilación a partir del blanqueo”. Las empresas tendrán como atractivos el “acceso al crédito”, algo vedado para las firmas con algún tipo de incumplimiento o irregularidad.

El jefe de ministros se anticipó también al próximo cuestionamiento. Si bien se reconoce que el proyecto es un avance hacia la dirección correcta para proteger el empleo, sobrevuela la duda acerca del “timing” de la presentación. Por estos días se requiere más de medidas que sirvan para mantener los actuales puestos de trabajo. “Este paquete pretende mantener el empleo e, incluso, incrementarlo”, cerró Massa.

Respecto de la repatriación de capitales, detalló que se habilitará una “canasta de posibilidades para acceder al blanqueo de dinero o bienes no declarados de argentinos en el exterior”. Pero –aclaró– se limita el alcance de la medida para los fondos vinculados “a terrorismo y a lavado” de activos. En cuanto a la metodología, los bancos habilitados para tramitar el ingreso de los fondos tendrán la responsabilidad de hacer “el primer control” sobre el origen. Luego ejercerán funciones de control el Banco Central y la Unidad Fiscal de Investigaciones (UFI). De esta manera dio por concluido el debate acerca de un supuesto incumplimiento de la ley contra lavado de dinero.

Se refirió también a la creación del Ministerio de Producción, que quedó oficializado ayer tras su publicación en el Boletín Oficial. “Tiene como objetivo dotar a la Argentina de una estructura que defienda las exportaciones, fortalezca las políticas industriales y agropecuarias, y articule los distintos sectores para profundizar el proceso de transformación de la Argentina y garantizar tasas de crecimiento y nivel de empleo y actividad económica”, explicó. Por último, interpelado acerca de la críticas que recibieron los anuncios, señaló: “Sería muy bueno y sano para esta democracia que ya tiene 25 años que, más allá de las adjetivaciones que se escuchan desde la oposición, haya propuestas; porque sólo escuchamos que está mal, y las propuestas alternativas sólo vienen de parte del oficialismo”.