Desde Lima

El comandante general del ejército peruano, general Edwin Donayre, amenazó con enviar a los ciudadanos chilenos que ingresen al Perú de regreso a su país “en cajones” o “en bolsas plásticas”. Las insólitas expresiones del general gatillaron una nueva crisis diplomática entre Perú y Chile, países que mantienen una relación complicada desde la Guerra del Pacífico de 1879 y que actualmente tienen una disputa limítrofe por 37,900 kilómetros cuadrados de mar, que se encuentra en el Tribunal Internacional de La Haya.

“Tengan la confianza que nosotros no vamos a dejar pasar en esta situación difícil a nuestros vecinos del país del sur. He dado la consigna de que chileno que entra ya no sale o sale en cajón, y si no hay los suficientes cajones saldrán en bolsas de plástico”, fue la expresión de Donayre que desató las iras de Santiago y obligó a Lima a pedir disculpas al gobierno chileno.

Donayre había lanzado sus ataques verbales contra Chile durante un brindis en una reunión privada, a la que asistieron otros jefes militares y sus familiares, que se produjo en noviembre de 2007. En esa fecha, Donayre ya ocupaba la comandancia general del ejército. El video de esa reunión, que dura un minuto, fue colgado en YouTube en febrero de este año, pero había pasado desapercibido hasta que fue difundido por la televisión peruana el lunes en la noche. En las imágenes varios invitados aparecen festejando con risas el brindis cargado de xenofobia antichilena del jefe militar.

Conocidas en Santiago las palabras del general, el canciller de ese país, Alejandro Foxley, le ordenó a su embajador en Lima, Fabio Vio, expresar la “sorpresa y molestia” de su gobierno por las declaraciones del general. Eso mismo hizo el embajador en la Cancillería peruana.

La respuesta del gobierno peruano no tardó. “El gobierno del Perú desautoriza y rechaza tajantemente tales declaraciones (del general Donayre), que no representan el sentir del gobierno ni el de la población peruana”, anunció ante la prensa el canciller José Antonio García Belaunde.

Ese mismo martes, el presidente Alan García llamó por teléfono a Michelle Bachelet para darle sus excusas y decirle que su gobierno repudiaba los dichos de Donayre. García le habría asegurado a Bachelet que el general será sancionado con el pase a retiro. Sin embargo, por ahora Donayre se mantenía en su cargo, a la espera de la fecha prevista para su retiro, el cinco de diciembre.

Por su parte, el ministro de Defensa, Antero Flores Aráoz, reveló que el próximo lunes, durante una visita oficial a Santiago, le expresará personalmente sus disculpas al ministro de Defensa de Chile, Jorge Goñi.

La respuesta peruana satisfizo a Bachelet y entonces dio por superado el incidente. Dijo que su gobierno aceptaba las disculpas peruanas y quedaba satisfecho con la decisión de Lima de pasar a retiro al jefe del ejército por sus ataques contra Chile.

Mientras las autoridades peruanas pedían disculpas privadas y públicas al gobierno de Chile por sus desafortunadas declaraciones, el general Donayre pasaba todo el día respondiendo ante la fiscalía por una denuncia de robo de combustible.

Una investigación interna del ejército responsabiliza a este cuestionado general de haberse apoderado de 80 mil galones de combustible durante el año 2006, cuando ocupaba la jefatura de la región militar del sur. Donayre también está implicado en irregularidades en el manejo del hospital militar.

Recientemente, Donayre, con el aval del gobierno, pasó a retiro al general Francisco Vargas Vaca, quien como inspector del ejército descubrió el fraude de combustible en el que está imputado, y promovió a puestos clave del ejército a otros generales comprometidos en el robo de combustible, como los generales Luis Cateriano y Francisco Contreras, este último uno de los asistentes a la reunión en la que se brindó por la muerte de los chilenos. Cateriano y Contreras son mencionados como posibles reemplazantes de Donayre en la jefatura del ejército.

Durante los dos años que ha ejercido la comandancia general del ejército, Donayre, quien como cadete estudió en Argentina, ha sido noticia por las acusaciones de corrupción en su contra, su negativa a dar información que pueda identificar a los militares acusados por violaciones a los derechos humanos y por sus extravagancias y declaraciones impertinentes.

Aficionado a hacer bromas machistas y de contenido sexual ante la prensa, el todavía jefe del ejército se ha convertido en uno de los personajes favoritos de los imitadores cómicos de la televisión. A pesar de todo, el general Donayre tuvo siempre el apoyo del gobierno, especialmente del presidente García, para mantenerse en el puesto. Pero eso cambió el martes, cuando una de sus impertinencias puso al Perú en un grave problema diplomático.