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La crisis del sector automotor viene con acoplado. La fábrica de camiones Iveco suspendió ayer a 42 operarios que mantenían contratos eventuales y anunció además que cerrará su planta, en Córdoba, durante la semana próxima. Desde el gremio confirmaron la información y esperan alcanzar algún tipo de acuerdo para los mil empleados de la planta en esa provincia. La noticia se conoce en medio de la fallida negociación entre Smata y General Motors.

La constructora del grupo Fiat dispuso suspender a 42 empleados, que no pertenecen a planta, a raíz de la baja en la demanda brasileña de camiones, dijo el vocero de Smata, Leonardo Almada. La empresa, que cuenta con una nómina de mil operarios en Córdoba, ya había suspendido a todo su personal en las primeras semanas de noviembre. Iveco eliminó además las horas extra. Fue la primera terminal en adoptar medidas con su personal a raíz de la disminución del consumo.

El impacto de la retracción productiva en las terminales también abrió heridas entre los autopartistas, que en los últimos cuarenta días aplicaron suspensiones y despidos que afectaron a más de 800 operarios contratados. La cifra representa el 57 por ciento de los empleos eventuales en el sector, según cálculos de la Cámara de Industriales Metalúrgicos.

Por su parte, la Secretaría de Industria, conducida por el ex presidente de Iveco Fernando Fraguío, busca finalizar para el martes próximo un plan de incentivo al sector. El plan consistiría en subsidios, financiamiento e incentivos a la demanda. El funcionario no consiguió que su ex empresa evitara el ajuste por el lado del personal.