Los trabajadores bancarios convocaron a un nuevo paro para mañana en reclamo de un aumento salarial del 25 por ciento. Ese porcentaje es una cifra de máxima para negociar. De hecho, la semana pasada los banqueros ofertaron un 17 por ciento durante las reuniones que mantuvieron con el gremio en el Ministerio de Trabajo y parecía que el conflicto se destrababa. Sin embargo, la Asociación Bancaria, que conduce Juan José Zanola, puso como condición que en ningún caso el porcentaje represente menos de 600 pesos. Eso llevaba el aumento al 20 por ciento para los salarios más bajos, y la negociación se enfrió. Por ese motivo, el sindicato convocó a una nueva medida de fuerza que se complementará a partir de hoy con movilización y asambleas para reforzar los reclamos.

La Asociación de Bancos Privados de Capital Argentino (Adeba) anunció el viernes un incremento del 15 por ciento a cuenta de la mejora que eventualmente surja del acuerdo. El aumento es remunerativo y retroactivo al 1º de marzo. A la propuesta de Adeba se sumaron también algunos bancos extranjeros de la Asociación Argentina de Bancos (ABA), como el Citi. De ese modo, siguieron los pasos del Banco de Córdoba, entidad integrante de Abappra (Asociación de Bancos Públicos y Privados), que el jueves había anunciado el mismo aumento, aunque con un piso de 500 pesos garantizado para todos los trabajadores.

La intención fue dar una señal al personal para descomprimir la situación, pero igual el gremio rechazó las ofertas y convocó a este nuevo paro, el tercero desde que, en marzo, comenzó la nueva ronda de negociaciones. Los sindicalistas argumentan que los bancos han obtenido ganancias extraordinarias en los últimos años y reclaman un aumento que esté en sintonía al menos con los balances que las entidades presentaron en la Bolsa de Comercio dando cuenta de la rentabilidad que lograron el año pasado. Desde la patronal responden que ahora la situación cambió por el impacto de la crisis internacional y no quieren dar el brazo a torcer.

La historia de la negociación se remonta a diciembre del año pasado. A fines de ese mes, los bancarios habían amenazado con un paro de 48 horas, pero finalmente lo suspendieron luego de obtener una suma no remunerativa de 1250 pesos por única vez y un “sinceramiento” del salario básico, que pasó de 424 a 2006,36 pesos en la letra del convenio, aunque en la práctica eso no significó un cambio respecto de las remuneraciones ya cobradas. Además, se estableció que ningún empleado bancario podría cobrar un salario inferior a los 2800 pesos. El acuerdo actuó como un puente hasta la discusión de un nuevo convenio salarial en marzo y cuando llegó ese mes comenzaron los problemas.

Luego de varias semanas de negociación, el viernes 24 de abril los trabajadores realizaron un paro de actividades, pese a la conciliación obligatoria que entonces había decretado el Ministerio de Trabajo. Abappra reaccionó ofreciendo un aumento de 14 por ciento que fue rechazado por los gremialistas. El miércoles 6 de mayo realizaron una jornada de protesta, que incluyó asambleas en las entidades y una marcha por el microcentro. El viernes 15 de mayo realizaron un segundo paro. Luego se conoció una nueva oferta de los banqueros, que también fue rechazada, y ahora es el turno de la tercera huelga en un mes, la cual se realizará mañana y tendrá una duración de cinco horas por turno. Además, el gremio convocó de “urgencia” al Plenario Nacional de secretarios generales para el próximo miércoles 27 de mayo, donde se decidirán los pasos a seguir ante la negativa de los banqueros a conceder el aumento salarial que reclaman, aunque todavía queda margen para que las partes negocien alguna salida durante el día de hoy y eviten que el conflicto se profundice.