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Los empresarios pyme volvieron a dar muestras de apoyo a la gestión kirchnerista y se distanciaron de las críticas de las cámaras que aglutinan a las empresas de capital más concentrado y de posición privilegiada en el mercado. Fue en el marco de la Jornada en Defensa de la Industria Nacional que se realizó en la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), de la cual participaron la ministra de Producción, Débora Giorgi; el titular de Trabajo, Carlos Tomada, y empresarios de varios sectores pyme. Los empresarios y funcionarios destacaron el rol de las medidas para el control de las importaciones que está llevando a cabo la cartera que encabeza Giorgi. Marcaron que a través de estos mecanismos “se lograron preservar 600 mil empleos” y “evitaron el desplazamiento del 28 por ciento de la producción industrial” en los mercados de los sectores “sensibles”. Los textiles plantearon la necesidad de nuevas licencias.

“Las licencias no automáticas, las medidas antidumping y los valores de referencia nos han permitido preservar del ingreso a nuestro país de productos con un precio menor al que tiene aquí la materia prima”, señaló Giorgi. Remarcó que el impacto interno de la crisis fue menor que en otros países, “debido a las medidas que se tomaron para preservar el empleo”. Tomada manifestó que “el país se encontró con una situación inesperada, que fue consecuencia de la crisis internacional, la gripe A y la sequía. Sin embargo, la voluntad política es salir con más producción y trabajo”.

Por su parte, en un informe de la CAME que difundió su titular, Osvaldo Cornide, se resalta que “sin la administración del comercio exterior del último año, la Argentina hubiera perdido 988 millones de dólares de producción nacional y se hubiesen destruido 560 mil puestos de trabajo, en los 18 sectores considerados sensibles”. Según los cálculos de la entidad, esto ascendería a más de la cuarta parte de la producción nacional en los mercados de estos sectores.

La CAME también se refirió a las críticas a las regulaciones comerciales por parte de los empresarios más poderosos, en particular la Unión Industrial Argentina y la Asociación Empresaria Argentina. Las pymes destacan el sistema de administración comercial frente a “la presión ejercida por grandes grupos importadores” y aceptan los “errores aislados”, al quedar demorado el ingreso de equipos, maquinarias o insumos, pero marcan que “ello no justifica cuestionar todo la política”. Giorgi también negó que las licencias provoquen inconvenientes bilaterales en materia comercial, ya que destacó que “sólo representan el 7 por ciento del total importado anualmente por nuestro país”.