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La Mesa de Enlace volverá hoy a las protestas para festejar el Día del Agricultor, con tres actos en diferentes partes del país: Santa Fe, Chaco y la provincia de Buenos Aires. Esto forma parte de su plan de lucha post lockout, que contemplaría también una marcha a La Plata y otra movilización al Congreso para el 10 de diciembre, con motivo del recambio de legisladores. El titular de la Sociedad Rural, Hugo Biolcati, adelantó que de ahora en más se realizarán “protestas semanales”. En ese contexto, los dirigentes de las entidades patronales del campo salieron al cruce de la decisión de la AFIP de controlar a los evasores del sector a través de aviones no tripulados. Mientras tanto, los ruralistas están a la espera de que María del Carmen Alarcón, la flamante funcionaria de la Jefatura de Gabinete, formalice la apertura de las exportaciones de trigo y maíz.

El proyecto para detectar la eventual evasión impositiva de los productores agropecuarios a través de aviones no tripulados fue defendido por Ariel Franetovich, flamante ministro de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires. “No es una cuestión de perseguir, es una cuestión de sincerarnos y decir ‘yo para blanquear todo, necesito esto (en relación con la tecnología a aplicar)”, enfatizó el ministro que reemplazó la semana pasada a Emilio Monzó. Franetovich afirmó que de alcanzarse un blanqueo total del sector “se podrían producir algunas modificaciones en materia de retenciones”.

Quien salió al cruce del proyecto oficial para controlar los campos fue el dirigente Néstor Roulet, vicepresidente de CRA y uno de los ruralistas que le quiere disputar la conducción de la entidad a Mario Llambías. Para oponerse, utilizó un argumento peculiar: “No creo que haya un solo productor que tenga peones en negro. Yo estoy en una sociedad rural de 400 productores y puedo asegurar que eso prácticamente no existe”. Roulet fue el dirigente que arengó a un grupo de productores a eludir el pago de retenciones, cuando se aprobó el polémico proyecto de emergencia agropecuaria para la provincia de Buenos Aires, que luego fuera vetado por la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.

El último relevamiento realizado por la AFIP arrojó que en los sectores agropecuarios cercanos a las grandes ciudades la informalidad llegaba al 25 por ciento, mientras que en el “campo profundo” el trabajo en negro superaba el 50 por ciento. De todas maneras, la vigilancia de los campos vía aérea apunta a controlar la cantidad de hectáreas declaradas y la existencia de granos no declarados que podrían estar almacenados en silos. “Podrán vigilar y vigilar, pero es como querer sacarle el jugo o agua a un ladrillo, no van a poder encontrar evasión si lo que no hay es producción”, afirmó ayer Eduardo Buzzi, titular de la Federación Agraria.

Por otro lado, las entidades agropecuarias realizarán hoy una serie de concentraciones para “festejar” el Día del Agricultor. Los ruralistas de la Mesa de Enlace no se mostrarán juntos, algo que ya ocurrió la semana pasada producto de las fricciones que hubo durante la última reunión de las entidades. El presidente de Coninagro, Carlos Garetto, y su par de CRA, Mario Llambías, estarán en Olavarría, junto a Pedro Apaolaza, titular de Carbap. Por su parte, Buzzi presidirá un encuentro en Resistencia, mientras que Biolcati estará junto a Alfredo De Angeli en Entre Ríos. Nosotros queremos hablar en forma permanente y hacerle ver que esta situación de gastar tantas energías en convocar tantas movilizaciones no sirve para nada, no ha dado resultados hasta ahora. Yo les recomendaría (a la Mesa de Enlace) más trabajo y menos exposición mediática”, fue la respuesta de Franetovich a la serie de movilizaciones previstas para hoy.

Luego del último lockout, el Gobierno pretende distender la situación a partir de la oficialización de la liberación de las exportaciones de trigo y maíz. El anuncio correría por parte de María del Carmen Alarcón, una funcionaria que genera resquemores dentro de la Mesa de Enlace, ya que la FAA no tiene intenciones de iniciar un diálogo con la dirigente de Pampa Sur, mientras que Llambías mantiene una buena relación con Alarcón.