Una obra de teatro en homenaje al ex presidente Arturo Illia sirvió de excusa para reunir ayer a toda la familia radical, en medio de la disputa interna por la presidencia del partido. La plana mayor de la UCR, con Gerardo Morales, Ernesto Sanz y Ricardo Alfonsín a la cabeza, compartió las butacas de privilegio junto al vicepresidente Julio Cobos. En la antesala del Centro Cultural 25 de Mayo, la conducción partidaria arreglaba anoche reuniones para los próximos días en los que terminarán de sellar el acuerdo. A unos metros esperaban para ingresar a la sala el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, los diputados Federico Pinedo (PRO) y Miguel Bonasso (Diálogo por Buenos Aires) y el legislador porteño Enrique Olivera (CC), entre otros.

La cúpula radical está analizando la posibilidad de que Morales vaya por un nuevo mandato, aunque el vice adelantó que “no sería conveniente” su continuidad”, porque “para eso habría que modificar la Carta Orgánica del partido”. Una vez más, las luces quedaron apuntadas en el mendocino Ernesto Sanz, quien se definió como “un hombre del partido”, es decir, que aceptará el cargo si no hay consenso alrededor de otra figura.

Esta será una semana de intensa actividad en el Acuerdo Cívico y Social. Morales llamará hoy a Elisa Carrió para reunirse y contarle cómo avanza la relación con el vicepresidente, mientras prepara para la noche un encuentro con algunos de los referentes de la línea nacional que se lanzará en Rosario el 9 y 10 de octubre. Además, mañana el vice recibirá en su despacho a Morales, Sanz, Alfonsín y al titular del bloque de diputados, Oscar Aguad, para terminar de definir cuestiones vinculadas con la interna partidaria, como la conducción del bloque de diputados y la vicepresidencia primera de esa Cámara. El jueves pasado se había producido la primera cumbre entre el vice y la cúpula radical desde el inicio de la pelea por el sucesor de Morales. Allí acordaron “buscar una lista de unidad” y bajarle los decibeles al enfrentamiento, que amenazaba con una vuelta atrás en el proceso de reunificación.

Pero más allá de esos consensos, en aquella reunión se trató de convencer a Sanz, el único hombre que puede conformar a los dos espacios. Hubo un acuerdo entre las partes para no hacer trascender el resultado de las negociaciones, pero la decisión estaría tomada. “Sanz puede sintetizar todas las expresiones del radicalismo”, aseguró ayer el vicepresidente.

El titular del radicalismo asumió para completar el mandato del ex gobernador mendocino Roberto Iglesias, quien renunció por las divisiones internas que sufría el partido. Después, Morales resultó electo para el período 2007-2009, por lo que los cobistas consideran que si vuelve a postularse intentaría una re-reelección, algo prohibido por la Carta Orgánica. En ese marco, sus posibilidades son acotadas.

Más allá de lo formal, los cobistas nunca acompañarían a un presidente del partido que se mantenga asociado con Lilita, la principal competidora del vice en el Acuerdo Cívico y Social.