Los precios aumentaron en agosto 0,8 por ciento y en lo que va del año acumulan un incremento de 4,2, según informó el Indec. Las principales subas se registraron en Atención Médica y gastos para la salud (1,9 por ciento), Alimentos y bebidas (1,2) e Indumentaria (1,1), mientras que Esparcimiento fue el rubro que menos trepó, con una variación de apenas 0,1 por ciento. Las consultoras privadas habían informado subas para el mismo período que en algunos casos duplican el dato oficial.

El 0,8 por ciento de agosto es el mayor incremento de precios de los últimos 16 meses y un indicador de la lenta recuperación que experimenta la economía luego de la crisis que hizo caer la demanda y por consiguiente la inflación. No obstante, el 4,2 por ciento acumulado hasta agosto todavía es inferior al 5,5 por ciento registrado en los primeros ocho meses de 2008.

En el rubro Alimentos y bebidas la suba fue de 1,2 por ciento. Con los datos desagregados que ofrece el Indec en su informe mensual no se puede comprender cómo se llegó a esa cifra porque el subrubro Alimentos trepó 1,2 y el subrubro Bebidas 2 por ciento. Por lo tanto, es imposible que esos dos datos hayan dado como promedio 1,2 por ciento. Sólo al revisar el capítulo sobre las ponderaciones de la metodología que se utiliza para medir el IPC se puede saber que hay un tercer subrubro llamado Alimentos y Bebidas consumidos fuera del hogar que tiene una ponderación de apenas 5,7 por ciento en el rubro. La variación de ese tercer subrubro no se informó, pero sólo se puede explicar el aumento de 1,2 por ciento en Alimentos y bebidas si cayó con respecto al mes anterior o si subió levemente.

Al interior de Alimentos, el mayor incremento fue de la carne que subió 2,3 por ciento, de las verduras que lo hicieron 1,6 y de las frutas que treparon 1,3 por ciento. En el otro extremo quedaron los productos lácteos que aumentaron apenas 0,1 y los panes, cereales y pastas que lo hicieron un 0,7 por ciento. En Bebidas, las alcohólicas subieron 3,4 y las sin alcohol 1,8 por ciento.

Otro rubro que aumentó fuerte fue Indumentaria, que lo hizo 1,1 por ciento impulsado por calzado (1,4), pues la ropa subió “apenas” 0,9. El tercer capítulo que aumentó por encima de un punto fue Atención Médica y gastos para la salud, pero en el informe no se desagrega información que permita saber qué productos o servicios subieron de precio.

El dato llamativo fue Esparcimiento, que subió apenas 0,1 por ciento, porque los incrementos en el precio de juguetes (3 por ciento) y diarios (1,4) se compensaron con las caídas en Turismo (-0,7) y Equipos, conexiones y servicios de audio, televisión y computación (-0,3).

Los números del Indec quedaron bastante por debajo de los informados por las consultoras de mercado. Ecolatina declaró que la inflación fue de 1,4 por ciento, impulsada fundamentalmente por Alimentos y bebidas (2,6) Vivienda y servicios básicos (1,4) y Equipamiento y mantenimiento del Hogar (1 por ciento). La consultora de Miguel Bein dijo que los precios habían subido 1,6 por ciento debido al fuerte repunte registrado en el valor de los alimentos. Algo similar informó la ex funcionaria del Indec Graciela Bevacqua, quien ahora se desempeña al frente del centro de estudios Buenos Aires City, para quien la inflación subió 1,3 por ciento. Por su parte, Orlando Ferreres informó una suba de 1,2 por ciento.

A diferencia del Indec, los privados no dan detalles sobre la metodología que utilizan y ni las características que tienen sus relevamientos. Sin embargo, la desconfianza que se generó en torno del Indec en los últimos años ha llevado a que las cifras de las consultoras sean tomadas por amplias porciones de la población como las que más se acercan a la verdad, mientras que los datos del organismo oficial siguen siendo mirados con recelo, pese a los esfuerzos de sus técnicos por dar a conocer la metodología, las ponderaciones que utilizan y otra serie de detalles tendientes a darle transparencia al proceso de medición.