La profundización de la crisis económica de España generó ayer una fuerte caída en las principales plazas financieras del mundo e impactó en el mercado local. El Merval retrocedió 3,8 por ciento, los títulos públicos bajaron entre 0,5 y 4,4 por ciento y se incrementó la demanda de dólares en el mercado mayorista, aunque la divisa permaneció sin cambios para el público, a 3,86 pesos. El temblor internacional impidió medir el efecto que generó entre los inversores la designación de Mercedes Marcó del Pont al frente del Banco Central porque no hay forma saber qué hubiera pasado si el nombramiento se hubiese conocido en un contexto de relativa calma.

La Bolsa española cayó ayer 5,9 por ciento, su mayor retroceso en 14 meses, por su elevado déficit fiscal y las declaraciones del director gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Kahn, quien ayer advirtió que la crisis de ese país “es muy fuerte”. “La situación no está muy alejada de lo que pasó en Estados Unidos, por lo que los españoles deberán hacer un esfuerzo considerable para salir adelante”, aseguró. La opinión del titular del FMI causó alarma entre los inversores, que ven a España siguiendo los pasos de Grecia y Portugal, dos economías que también están teniendo dificultades por su abultado déficit fiscal y el incremento de su deuda. Los temores por España también hicieron retroceder las Bolsas de París (-2,75), Frankfurt (-2,45), Milán (-3,45) y Londres (-2,17). En Estados Unidos, el Dow Jones cayó 2,61 y el Nasdaq 2,99 por ciento, pero esos mercados no sólo estuvieron influidos por España, sino también por el anuncio de que los subsidios por desempleo crecieron inesperadamente la semana pasada en la principal potencia mundial. El euro, por su parte, volvió a caer frente al dólar a 1,3726 dólar, el punto más bajo desde mayo de 2009, por el temor que genera la creciente inestabilidad financiera de algunos países del Viejo Continente.

La inestabilidad financiera mundial repercutió en la región. La Bolsa de Sao Paulo cerró exhibiendo pérdida de 4,73 por ciento, la peor de los últimos cuatro meses y el dólar subió 2,17 por ciento, cerrando a 1,90 real. Argentina no pudo escapar al temblor y el Merval cayó 3,8 por ciento con 63 papeles en baja, 2 sin cambio y 3 en alza. Santander (9 por ciento) y Agrometal (7,9) registraron las bajas más pronunciadas, mientras Patagonia (+0,86) se ubicó entre las que ganaron. En este contexto, los bonos de la deuda también acusaron el golpe. El Par en pesos cayó 3,89, el Discount 2,74 y el Bogar restó 3,84 por ciento. El Boden 2014 perdió 4,40 por ciento y resultó la emisión más perjudicada por el embate de las ventas.

El dólar se mostró levemente alcista, hasta cerrar con una suba de siete milésimas de peso en el mercado mayorista a 3,844 (+0,20 por ciento), donde la divisa se acomodó en los precios inducidos por el Banco Central en los negocios a futuro. En las agencias se reconoció que se pidieron mayores requisitos en la venta del “billete”, para que no haya excesos o injustificaciones en las transacciones, pero resaltaron que no hubo ninguna dificultad para comprar o vender. Repitiendo el esquema al que ya están acostumbrados los operadores, la entidad monetaria tomó posiciones a futuro con el objetivo de suavizar los movimientos del dólar en el mercado de contado. Las proyecciones sobre la evolución de la divisa estadounidense siguen manteniendo el pronóstico de una suave curva ascendente, moderada por la acción persistente de la autoridad de control. Los índices de dólar futuro cerraron en 3,847 pesos (+0,03 por ciento) para los contratos de fin de mes y se volvió a ofrecer 3,877 en el caso de los vencimientos de marzo, mientras que para la posición siguiente –abril– se ubicó al dólar en 3,909 pesos (+0,03 por ciento).

El Central, por su parte, informó que no tuvo participación en el mercado de cambios, pero las reservas cayeron de 48.207 a 48.181 millones. Según la entidad monetaria, fue por la variación de las divisas frente al dólar y los títulos externos que forman parte de las reservas.