La Unión Europea aprobó hace un par de semanas un plan de salvataje para evitar el derrumbe de Grecia, pero la inestabilidad continúa porque los inversores temen que la ayuda no llegue a tiempo. De hecho, el ministro de Economía de Alemania, Wolfgang Schäuble, condicionó ayer la ayuda a la implementación de un nuevo plan de ajuste por parte de los griegos. “Ni la UE ni el gobierno alemán han tomado todavía una decisión, lo que significa que la respuesta puede ser positiva o negativa”, aseguró en un artículo publicado por el diario Bild am Sonntag. El ministro de Finanzas aclaró incluso que Grecia debe presentar “un duro programa de reestructuración” para los próximos meses antes de recibir el dinero. “Es un prerrequisito absoluto e inevitable”, afirmó. La Comisión Europea apoyó el programa presupuestario que presentó el primer ministro Yorgos Papandreu para este año, pero pidió detalles adicionales sobre cómo hará para ahorrar gastos y generar ingresos a partir de 2011. La ayuda de Alemania, que será el mayor contribuyente, debe ser aprobada por el Parlamento de ese país.