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Los mercados internacionales reaccionaron ayer con euforia a la noticia de que el gobierno griego obtuvo el voto de confianza de su Parlamento para llevar adelante el paquete de medidas de austeridad, que le permitirá obtener fondos frescos de los organismos multilaterales de crédito (ver página 23). El portavoz oficial expresó su certeza de que todo el grupo parlamentario del partido gobernante socialista votará a fines de junio el programa de ajuste. Las Bolsas europeas, que iniciaron la rueda en negativo, dieron vuelta sus posiciones para cerrar con alzas de entre 1,5 y 2,5 por ciento.

La incertidumbre respecto de lo que suceda con las cuentas griegas a muy corto plazo comenzó a disiparse. No obstante, la situación de toda Europa se encuentra lejos de estar controlada. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, opinó que la Unión Europea (UE) debe presentar un frente más unido para resolver la crisis financiera griega. “Es muy difícil para la gente que invierte en Europa, tanto dentro del continente como afuera, entender cuál es la estrategia cuando hay tanta gente que habla al mismo tiempo”, criticó el funcionario.

Por su parte, el primer ministro británico, David Cameron, expresó su rechazo al uso de dinero público de su país para un segundo rescate a Grecia. Dijo que se opondrá a todos los intentos por incluir al Reino Unido en el paquete de ayudas de la Eurozona. El Reino Unido no está en la Zona Euro y, por lo tanto, no tiene responsabilidades al respecto.

De todos modos, la posibilidad de un rescate bastó a los mercados para repuntar varias posiciones. La Bolsa de París ganó 2 por ciento, seguida por Madrid (1,9), Frankfurt (1,8) y Londres (1,4). Lo mismo sucedió del otro lado del Atlántico. En Nueva York, el Dow Jones avanzó 0,9 por ciento y el Nasdaq mostró un alza del 2,2.