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Guillermo Salvatierra, que hace menos de un año había reemplazado a Enrique Martínez al frente del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), presentó ayer su renuncia al cargo. La noticia sorprendió a los círculos políticos y económicos, que consideran que el organismo está llamado a adquirir un renovado protagonismo tras la recuperación de YPF por la colaboración que le podría caber en los desarrollos tecnológicos ligados a la búsqueda de hidrocarburos. En cambio, sorprendió menos a los sectores internos del INTI, que desde hace meses veían cómo se iba deteriorando la relación de su titular con la representación gremial y con los cuerpos técnicos, que consideraban a Salvatierra demasiado alejado del quehacer diario en laboratorios y centros de investigación.

Salvatierra llegó al cargo a propuesta del ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao. Como su vicepresidente fue nombrado Ricardo del Valle, sugerido por la ministra de Industria, Débora Giorgi. El tercer cargo clave en la dirección ejecutiva, el de primer vocal titular, recayó en manos de José Luis Esperón, un abogado patagónico considerado allegado a Carlos Zanini, secretario general de la Presidencia. La relación entre Salvatierra y sus dos colaboradores más inmediatos nunca llegó a ser lo suficientemente homogénea, señalan fuentes del organismo.

Sin embargo, lo que más habría pesado en contra del desempeño de Salvatierra es el siempre dificultoso trato que mantuvo con la planta del INTI, de más de dos mil personas, en su gran mayoría técnicos y profesionales.

El INTI lleva cuatro meses de conflicto gremial por reclamos salariales y en demanda del pago de bonificaciones y premios anteriormente vigentes y eliminadas por la última conducción. La actividad del instituto se mantuvo prácticamente paralizada durante todo este período.

Pero no sólo fueron las bonificaciones o premios acordados durante la gestión anterior, que Salvatierra eliminó, lo que malquistó a los gremios con su último titular, sino que además decidiera trasladar sus oficinas del parque tecnológico Migueletes al centro (torres Catalinas Norte). “Le hizo perder comunicación con la gente”, refieren funcionarios de la empresa.

En su carta de renuncia a la Presidenta, Salvatierra aduce motivos personales. Hasta anoche no había información oficial sobre su reemplazante, aunque fuentes oficiales señalaron que Giorgi se tomaría un par de días para definir, en consulta con la jefa de Estado, la futura conducción del INTI, fundamental en la etapa que transita el modelo económico, pero afectado por serias trabas de funcionamiento.