Martes, 16 de abril de 2013 | Hoy
ECONOMíA › “QUIEREN UN ESQUEMA EXPORTADOR A COSTA DEL ABANDONO DE LA INDUSTRIA”
Desde el área de Planificación, el Gobierno refutó las críticas a la importación de combustibles. Roberto Baratta, subsecretario de Coordinación, acusó al PRO de impulsar una política que se desentiende del crecimiento industrial.
“Los que critican la importación de energía sueñan con rebobinar un esquema donde Argentina era exportadora neta a costa del abandono industrial”, apuntó ayer el subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta. Para agregar que aquel modelo neoliberal requería mantener a la mitad de la población en condiciones de pobreza y a una cuarta parte de los trabajadores en el desempleo. El funcionario precisó además algunos datos de la importación de energía para reprobar estudios de la oposición, que circularon en medios de comunicación durante los últimos días, donde se enumeran indicadores de poco valor técnico para comprender la realidad del sector.
Baratta hizo particular mención a un informe de la Fundación Pensar, la usina de ideas del PRO, donde se llega a desacreditar la política energética oficial para explicar que en los noventa existía una situación mejor que la actual. El comunicado del subsecretario apuntó que “Argentina tiene el consumo de energía per capita más alto de la región, lo que habla de la accesibilidad y disponibilidad tanto para la industria como para los hogares”. También recordó que desde 2003 se incorporaron casi nueve mil megavatios a la red, lo que equivale a once centrales nucleares del tamaño de Atucha II. El comunicado agrega que hoy se importa en torno al 8 por ciento del consumo energético de la Argentina mientras que los países vecinos llegan hasta el 60 por ciento. Esto, no obstante, no implica que la situación del sector sea la ideal.
Durante los últimos años la necesidad de comprar combustible en el exterior fue en aumento, lo que se explicó por el fuerte crecimiento de la industria, pero también por la falta de inversiones de las petroleras. Esto último motivó hace un año el regreso de YPF a la esfera estatal, considerando que se trata de una empresa estratégica para recomponer la situación de abandono provocada por el sector privado. Además se avanzó en la regulación de la rama, con nuevas medidas que permiten redireccionar los negocios a favor de la producción.
“Si bien las medidas van encaminadas a revertir un escenario problemático como es el rojo de la balanza energética, llevará su tiempo conseguirlo. Nadie puede pensar que el bache se soluciona de un día para otro”, indicó a Página/12 Horacio Lazarte de abeceb.com. La consultora estima que las importaciones de combustible cerrarán el año en un rango de entre 11 y 14 mil millones de dólares. Este número indica que, pese a los dólares que se pierden por el pago de energía y presionan sobre la restricción externa, la economía local empieza a recuperar dinamismo tras la desaceleración de 2012.
Uno de los bloques en el que se hará un gran esfuerzo importador es el de gas natural líquido. Las compras de gas se relacionan con la recomposición de las fábricas. Después del parate de la industria en 2012, la producción empieza a recuperarse y requiere de más combustible.
El resultado es que durante los primeros meses del año la importación de energía viene aumentando y se estima que cerrará 2013 arriba de los 10.000 mil millones de dólares. Un elemento que empujará para arriba estas compras es el reciente incendio en la refinería de YPF en La Plata. La planta está siendo puesta en funcionamiento paulatinamente, pero en la petrolera advirtieron que el episodio podría requerir un incremento en el plan de importaciones original de la empresa. Esto sería de alrededor de 300 millones de dólares extra, para asegurar el abastecimiento del mercado interno.
Informe: Federico Kucher.
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