El ministro de Economía, Axel Kicillof, arribará el próximo jueves a la ciudad de Washington para participar de la asamblea anual del Fondo Monetario Internacional. La visita del funcionario será la primera que realiza al organismo desde que asumió al frente del Palacio de Hacienda, en diciembre. El viaje fue ponderado ayer por el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, quien precisó que el ministro se reunirá además con empresarios y banqueros en la capital de Estados Unidos. “Es un hecho muy importante, en virtud de que existe una serie de bancos de inversión, el Bank of America, Barclays, que propician o promueven un tratamiento favorable” hacia el país, consideró el jefe de Gabinete. Durante su visita, Kicillof también mantendrá encuentros en el marco del Grupo de los 20 (G-20), que agrupa a países en desarrollo en vías de serlo de cada continente.

El tenso vínculo entre el organismo multilateral y el Gobierno comenzó a distenderse a partir de los cambios aplicados en las estadísticas de precios y el nivel de actividad publicados mensualmente por el Indec. Los cambios en los datos del IPC y el PIB eran reclamados por el FMI, que amenazó con sancionar al país. En ese sentido, el tradicional asterisco incluido en los datos de precios y el nivel de actividad en el Informe Económico Global donde se advierte al lector sobre la fiabilidad de los datos debería, por lo menos, modificarse para reconocer los cambios.

No obstante, el país continúa sin permitir que el organismo realice su evaluación de la política económica anual contemplada en el Artículo IV del estatuto del organismo y en el marco de la negociación con el Club de París rechaza la participación del FMI como veedor del acuerdo.