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El Banco Central condujo ayer al dólar a una nueva alza de dos centavos –algo que se repitió en las últimas tres jornadas– para ubicar la divisa estadounidense en 8,07 pesos. Con un mercado abastecido por cerealeras y aceiteras y una menor presión de los bancos en la demanda, el organismo monetario que conduce Juan Carlos Fábrega impone el ritmo de suba del dólar, con una vuelta a microdevaluaciones, tras casi dos meses de mantener anclado el tipo de cambio. El alza se transfirió artificialmente –ante la ausencia de una demanda que lo convalide– al mercado paralelo, donde el blue ganó 15 centavos, a 10,90 pesos en la venta en cuevas. La intervención del Central, que comenzó vendiendo dólares en la plaza y sobre el cierre de la jornada recompró lo volcado al mercado, arrojó un saldo neutro. El stock de reservas cerró con 28.371 millones de dólares, con un aumento de dos millones.

El Central mantiene su esquema de flotación administrada del tipo de cambio, una tarea que se hizo más precisa y eficaz, en cuanto a expectativas del mercado, a partir de la limitación en la tenencia de moneda extranjera en efectivos y activos por parte de los bancos, que generaban una presión devaluacionista. Este mes finaliza el plazo para que las entidades financieras se adecuen a los topes impuestos por el Central. La autoridad monetaria dispuso un máximo de 10 por ciento de exposición en contratos de dólar a futuro, cuya adecuación finalizó en febrero pasado. Hasta fines de este mes, los bancos deberán también reducir sus tenencias en moneda extranjera, en billetes e instrumentos nominados en divisas.

Según coinciden banqueros de la city, el Central interviene actualmente con mayor comodidad que antes, debido a la limitación que impuso a las presiones del sector financiero. El organismo finalizó ayer con saldo neutro, con lo que interrumpe un ciclo de compras netas que se inició el 25 de marzo último, fecha en que ancló –hasta esta semana– el precio del dólar en 8,01 pesos. Durante la jornada se registró también mayor demanda de bancos por compromisos de importación, aunque la liquidez que brinda el sector exportador –pese a que por estos días retacea liquidación ante la posibilidad de aprovechar una suba del dólares– permite mantener un cierto equilibrio.

El organismo también intervino en el mercado de futuros. Las posiciones para fines de mes convalidaron un dólar a 8,14 pesos, para el cierre de junio a 8,34, la de julio a 8,54 y agosto a 8,74. En la Bolsa porteña volvieron a destacarse los bonos, ante la expectativa de que el comienzo de negociaciones, el 28 de este mes, con el Club de París permita abrir las puertas a una emisión de deuda en los mercados internacionales. Los títulos registraron subas en torno del 2 por ciento, mientras que el Cupón PIB mejoró 4,3 por ciento. Las acciones líderes registraron una selecta toma de ganancias para aprovechar precios records en algunos papeles energéticos. El índice MerVal que los agrupa registró una baja del 1,7 por ciento, con un volumen de negocios de 126 millones de pesos. Las principales caídas se registraron en Edenor, con un rojo de 7,0 por ciento y Pampa Holding, con una baja de 3,9.