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La actividad económica se contrajo en agosto un 1,2 por ciento, según informó ayer el Indec. Es el peor desempeño que releva el organismo oficial desde julio de 2009, cuando la economía cayó 1,5 por ciento. Además, el Indec corrigió levemente a la baja la cifra del mes anterior e informó un retroceso de 0,1 por ciento, frente al cero por ciento que había comunicado inicialmente. El flojo desempeño de la actividad se explica por la caída de la industria, fundamentalmente el sector automotor y la siderurgia, y el estancamiento de la construcción.

En agosto la industria cayó 2,3 por ciento en relación con el mismo mes de 2013, según informó el Indec a comienzos de mes. El argumento central que explica ese desempeño es la marcha atrás del sector automotor, que cumple un papel preponderante en el índice industrial oficial. Su nivel de producción en agosto fue un 34 por ciento inferior a 2013, 44 por ciento menor que en 2012, 41 por ciento más bajo que 2011 y 34 por ciento detrás de 2010. Recién en 2009, en plena crisis internacional, mostró un grado de actividad similar al de agosto pasado.

El sector automotor está muy afectado por la caída de las exportaciones a Brasil, pero también por los vaivenes de la economía local, como la devaluación de comienzos de año y la suba de tasas. También la actividad siderúrgica registra un claro deterioro: su nivel de producción es menor a 2013, a 2011 y a 2010, aunque está por encima de 2012 y 2009. Es un sector bastante vinculado con la actividad automotriz.

La construcción, por su parte, también permaneció estancada durante agosto al subir apenas 0,7 por ciento, con variaciones negativas en la mayoría de los bloques que componen el sector. Por ejemplo, viviendas retrocedió 2,5 por ciento, refacciones y ampliaciones de establecimientos productivos 3,9, obras viales 4,3 y otras obras de infraestructura un 6,4 por ciento. Edificaciones petroleras fue el único segmento de la construcción que anotó expansión en agosto, con un alza de 15,1 por ciento respecto del mismo mes del año pasado.

Incluso el desempeño del sector inmobiliario, afectado por las tensiones cambiarias, podría haber sido peor si no fuera por la intervención contracíclica del Estado. La esfera pública anotó un rol central para moderar la desaceleración a partir del aumento de gastos de capital (obras de infraestructura) y el financiamiento de la construcción de viviendas a través del programa de crédito hipotecario subsidiado de la Anses.

A su vez, en lo que refiere a las ventas, el Indec informó que en agosto crecieron 37,9 por ciento en los supermercados y 26,3 por ciento en los shoppings, siempre en términos interanuales, pero las cifras son en pesos corrientes, porque el organismo no publica esa comparación en valores constantes (que permite medir la variación en cantidades), para lo cual habría que descontar al número corriente la inflación anual.

En una entrevista con este diario el pasado 12 de octubre, el ministro de Economía, Axel Kicillof, atribuyó el flojo desempeño de la actividad al menor crecimiento de la economía mundial y a los efectos de la corrida financiera, pero aseguró que buscarán que la situación mejore en los próximos meses: “Vamos a seguir desplegando medidas anticíclicas como las que ya pusimos en marcha a lo largo del año”, aseguró.