ECONOMíA › DE VIDO DESTACó LOS ACUERDOS NUCLEARES FIRMADOS CON RUSIA Y CHINA

“Garantizan la soberanía”

El funcionario aseguró en la cumbre mundial de energía nuclear que los convenios para construir las centrales atómicas de uranio enriquecido contemplan transferencia de tecnología para asegurar la independencia energética.

 Por Cristian Carrillo

Desde Moscú

“Los acuerdos alcanzados con China y Rusia para la construcción de nuevas centrales nucleares establecen procesos de transferencia de tecnología, lo que garantiza la independencia, autarquía y soberanía energética para nuestro país”, sostuvo ayer el ministro de Planificación, Julio De Vido. El funcionario participó de la sesión plenaria del VII Foro Internacional AtomExpo 2015, uno de los mayores encuentros del sector de la energía nuclear del mundo, que tendrá lugar en esta capital hasta mañana. De Vido destacó los acuerdos alcanzados con ambos países, los cuales contemplan la cesión de derechos a la Argentina para obtener el know how para este tipo de tecnologías. Consideró que esas condiciones evitarán en un futuro la dependencia y los efectos de las manipulaciones especulativas con los precios de los combustibles tradicionales. El objetivo es llegar a 2025 con una participación de la energía nuclear del 25 por ciento dentro de la oferta total del país, el cual se ubica actualmente en torno al 10.

El ministro arribó a las 11, junto al secretario de Obras Públicas, José López; el presidente de Nucleoeléctrica Argentina (NASA), José Luis Antúnez; y el director de Energías Renovables, Javier de Urquiza, al stand argentino en el centro de convenciones Gostiny Dvor donde se desarrolla el foro. El edificio se encuentra a 150 metros del Kremlin y su historia se remonta al siglo XIV. A fines del siglo XVII el famoso arquitecto italiano Jacomo Kvarnegi hizo una primera remodelación y en 1995 se convirtió en un moderno centro de negocios. El Gostiny Dvor se considera único, no sólo por su excelente ubicación, sino también por su construcción artística inusual. Rodeado de columnas de yeso, arcos clásicos de granito y un patio pavimentado, tiene un área total 12.000 metros cuadrados. Cuenta con una cúpula traslúcida veneciana que permite controlar el clima en épocas invernales. El calor inusual que reina en estos días se hizo más evidente allí por esa característica.

La metodología del plenario fue la de preguntas a modo de disparador para cada uno de los presentes. La encargada de hacer las consultas fue la directora general de la Asociación Nuclear Argentina, Agneta Rising. Junto a De Vido se ubicó el director general de la corporación estatal Rosatom, Sergey Kiriyenko. El ministro dejó en claro que la elección de nuevas formas de energía responde a decisiones políticas más que a cuestiones económicas. En ese sentido, destacó los acuerdos de complementariedad con China y Rusia para la construcción de las centrales nucleares con transferencia de tecnología. “En los últimos diez meses se firmaron acuerdos con chinos y rusos por 2700 megavatios, que se sumarán a los actuales 1700. La relación de costo-oportunidad para la inversión en energía nuclear va a estar relacionado con el precio del barril de petróleo. Pero en última instancia es una decisión política”, señaló el ministro de Planificación. Destacó que las características de los acuerdos con ambos países “generarán soberanía y autarquía a países emergentes como la Argentina”. “Implica multilateralidad y garantiza que a futuro sus commodities, como el gas o el petróleo, no sean manoseados por manos especulativas. El barril del petróleo hoy vale 58 dólares y es un precio político, tan político como cuando valía 200. No es el resultado de la oferta y la demanda sino de una clara manipulación de algunos países”, aseguró.

Luego del debate, los participantes se dirigieron a la Plaza Roja para llevar una ofrenda a la losa de Igor Kurchátov, físico ruso y líder del proyecto atómico soviético. Luego volvieron al centro de convenciones y el anfitrión fue De Vido, quien expuso un video con los avances del país en materia energética. En diálogo con Página/12, el ministro reforzó algunos de los conceptos vertidos en el debate plenario. Allí recordó que en 2003 el peso de la energía nuclear era de 5 por ciento y hoy asciende al 9 por ciento. “Los acuerdos alcanzados garantizan que la energía nuclear puede ser un factor claro de los países, como lo viene haciendo la Argentina hace 60 años, a pesar de la interrupción que se inició con la última dictadura hasta que se retomó la actividad con este gobierno”, agregó. El funcionario aseguró que la elección no respondió a simpatías sino a que China y Rusia ofrecieron el financiamiento que hace posible la realización de las centrales, “sin condicionamientos buitres”.

El ministro remarcó que la energía nuclear genera un 0,5 por ciento del dióxido de carbono que produce actualmente una usina de combustible fósil. “Nos quieren vender la panacea de otras alternativas que son de punta, como la energía solar. Eso es para un porcentaje del tiempo, que tiene que ver con las condiciones climáticas en el año”, explicó. Al hacer referencia a las fuentes fotovoltaicas, señaló que en el invierno hay seis horas de luz, “lo que hace que financieramente no cierre, salvo con tarifas monstruosas que hacen imposible e inaccesible la energía para los sectores populares. Esto no es para la Argentina”, apuntó. En referencia a la producción de uranio para las centrales, confirmó que se trabajará con las provincias, pero remarcó que la extracción del mineral no es un tema importante, sino el proceso de enriquecimiento, el cual se realiza en el país. “No importa el uranio que tengas en el subsuelo sino el ciclo de producción que se tenga en el país”, concluyó.

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El ministro Julio De Vido junto al titular de la corporación nuclear rusa Rosatom, Sergey Kiriyenko.
Imagen: Télam
 
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