“Desde 2002 hasta 2011, el crecimiento industrial ha mostrado un dinamismo histórico, marcando sin dudas un período fructífero para nuestra industria. Lejos de ser el punto de llegada, esto es una plataforma para el despegue: estas cifras muestran que recién recuperamos el nivel de producción per cápita industrial de 1974.” La frase podría haber sido pronunciada por el candidato presidencial del oficialismo, Daniel Scioli, pero fue el actual titular de la Unión Industrial Argentina, Héctor Méndez, muchas veces crítico con el Gobierno, quien sorprendió ayer al elogiar el desempeño del sector manufacturero durante la década kirchnerista al celebrar el Día de la Industria en la sede de la entidad fabril. En el auditorio lo escuchaban el propio Scioli y varios ministros del gabinete nacional, lo que convirtió la celebración de la UIA casi en un acto de campaña oficial, ya que el candidato opositor Mauricio Macri había anticipado que no estaría presente, mientras que Sergio Massa pasó a saludar el martes.

La nutrida concurrencia dejó en claro la expectativa que genera Scioli entre los industriales, no sólo porque va primero en las encuestas, sino también porque les prometió cuidar lo logrado, tomándolo como un piso para seguir creciendo. Las palabras de Méndez reflejaron esa buena sintonía entre gran parte de los industriales y el Gobierno. El titular de la UIA elogió el crecimiento manufacturero de la última década y resaltó que seguirán trabajando por “una industria potente, diversificada y tecnológicamente avanzada, cimentada en el incremento del consumo. No existe un país desarrollado que no sea un país industrial”.

El ministro de Economía, Axel Kicillof, subrayó luego las palabras de Méndez. “El presidente saliente de la UIA reconoció que estamos en una situación similar a la del ’74. Habiendo pasado 25 años de neoliberalismo, haber vuelto al punto más alto de la industrialización argentina alcanzado tras la década peronista y los otros gobiernos democráticos durante el período denominado ‘de industrialización’, es muy importante que la UIA lo reconozca”, aseguró. A su vez, Scioli se encargó de dejar en claro que será él quien intente consolidar el despegue. Por eso convocó a “los industriales y a los productores para la próxima etapa de este proyecto, que es el gran desarrollo argentino”.

Scioli y Kicillof estuvieron acompañados por el jefe de Gabinete y candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Aníbal Fernández; la ministra de Industria, Débora Giorgi; el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli; el secretario general de la Presidencia, Wado De Pedro; el presidente del Banco Nación, Juan Forlón; el ministro de Producción bonaerense, Cristian Breitenstein; y el referente económico de Scioli, Miguel Bein. Por parte de la UIA, además de Méndez, estuvieron el presidente electo, Adrián Kaufman Brea; los vicepresidentes Luis Betnaza, José Urtubey y Guillermo Moretti; y los miembros del Comité Ejecutivo, Cristiano Rattazzi, Juan Carlos Sacco, José de Mendiguren y José Luis Basso.

El ministro escuchó de boca de los empresarios cómo está la situación de los distintos sectores y evaluaron en conjunto las perspectivas negativas de Brasil (ver aparte). “Estamos frente a condiciones económicas externas muy severas, eso se planteó en la reunión, además de cuáles son las perspectivas en torno de Brasil y otros socios comerciales”, señaló el ministro. Además, remarcó que “los industriales saben muy bien que en Argentina estamos nuevamente creando empleo y creciendo, gracias al esfuerzo conjunto”. “Se planteó que vamos a seguir trabajando para que el país siga creciendo en industria, lo cual no es contradictorio con campo ni con servicio ni con ningún otro factor de la economía”, agregó el ministro. En tanto, Scioli dijo que el sector es favorecido por el buen momento que está atravesando el mercado interno y renovó la convocatoria a la industria “a ser parte de la próxima etapa de este proyecto que es la del desarrollo de la Argentina”. Por último, señaló que para encarar esa instancia los ejes están en incentivar el desarrollo de la ciencia y la tecnología, generando competitividad en el marco de un país desendeudado.