ECONOMíA
Un bocado muy preciado para el Fondo Monetario y los acreedores
La recaudación creció en noviembre un 27 por ciento. La reactivación del consumo explica la mayor parte del aumento. Estas cifras ratifican que, de continuar la recuperación, Lavagna contaría en el 2004 con más ingresos.
Los números de la recaudación siguen confirmando que, de continuar la reactivación, el Gobierno contará en el futuro con más recursos de los que “blanqueó” al Fondo Monetario en el Presupuesto 2004. En noviembre, los ingresos fiscales alcanzaron 6.393,8 millones de pesos, 27,3 por ciento más que en igual mes del año pasado. El salto obedece principalmente a la expansión del consumo, lo cual también impulsó el mes pasado un notable aumento de las importaciones.
De hecho, con estas cifras, ya “este año la recaudación estará levemente por encima de lo pautado con el FMI, unos 71.300 millones”, anticipó ayer el titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos, Alberto Abad.
Entre enero y noviembre, los ingresos tributarios ascendieron a 65.522 millones de pesos, 43 por ciento más que en igual período del 2002. Así, desde mayo, cuando se alcanzó el record de 7149 millones de pesos, lo embolsado mensualmente por el fisco no baja de los 6 mil millones de pesos.
Según explicó Abad, el mayor nivel de actividad económica y un mejor cumplimiento fiscal “son la causa del aumento del 27,7 por ciento registrado en el IVA bruto”. En igual sentido, la fuerte suba de las importaciones se reflejó en el IVA recolectado por la Aduana (que creció 72 por ciento), y en los ingresos por aranceles (42 por ciento más).
El director de la AFIP aclaró, además, que lo recaudado no fue mayor debido a la decisión del Ministerio de Economía de adelantar la devolución del IVA a los exportadores (360 millones) y pagar las deudas por la aplicación del “Factor de Convergencia” (57 millones) que había aplicado en el 2001 Domingo Cavallo.
También se verificaron mayores ingresos por el vencimiento de la declaración jurada del impuesto a las Ganancias correspondientes a las sociedades con cierre del ejercicio en noviembre. Por este tributo se recaudaron 1162 millones de pesos, un 29,3 por ciento más que en noviembre del 2003.
Otro de los factores que jugó positivamente fue el proceso de recuperación de las cuasimonedas, por lo cual hay más dinero en cheques y en consecuencia se percibe un incremento en los ingresos del impuesto a los créditos y débitos bancarios.
En cambio, entre los factores que incidieron negativamente en la recaudación de noviembre se destaca la disminución del tipo de cambio. En noviembre del año pasado, el dólar promedió los 3,50 pesos, mientras que el mes último rondó los 2,90. Pese a ello, los ingresos por retenciones alcanzaron 725 millones, 15 por ciento más que en noviembre del 2002.
Para el 2004, el Presupuesto, recientemente aprobado por el Congreso, prevé que la recaudación sumaría unos 80 mil millones de pesos, lo que daría un promedio de ingresos del orden de los 6700 millones mensuales. Esa proyección de recaudación se basa en una tasa de crecimiento de la economía de sólo el 4 por ciento. Según la mayoría de los analistas, dada la tasa de crecimiento del PBI con que cerrará este año (superior al 7 por ciento), la expansión para el año próximo sería mayor. Y, por lo tanto, los ingresos fiscales podrían ser entre 5 mil y 7 mil millones de pesos más.
El hecho de que Lavagna haya “escondido” esos recursos adicionales en el Presupuesto 2004 abre diversas hipótesis. Una es que el Ministerio de Economía quiere guardarse una carta para, llegado el momento, destinar más fondos al pago de los acreedores, como una muestra de buena voluntad en la renegociación de la deuda. Tal medida podría tomarse invocando los “superpoderes” que otorgó el Congreso al jefe de Gabinete para reasignar partidas presupuestarias o dar destino a recursos adicionales. Otra interpretación es que Lavagna prefirió no blanquear esos ingresos para evitar las presiones del FMI y los acreedores, que obviamente siguen con atención el preciado bocado.