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El cierre de la Conferencia Industrial, que tendrá lugar hoy en Pilar, se convertirá en el primer intento por reeditar el Grupo de los Ocho, aquel bloque empresario donde confluyeron las cámaras de la industria, el agro, la construcción, el comercio y los bancos durante la década del 90. El G8 se constituyó para defender la política económica de Menem y Cavallo, ya que las grandes empresas allí representadas se veían favorecidas por ella. Después del efecto Tequila y, todavía más, después de la crisis del sudeste asiático de 1997, los intereses de esos sectores empezaron a contraponerse, hasta que finalmente la UIA promovió la fractura y conformó el Grupo Productivo, con otros heridos por el atraso cambiario y la recesión como los ruralistas y los constructores. La central fabril, con un nuevo escenario consolidado, busca encabezar el reagrupamiento de todas las entidades, para luchar juntos, esta vez, en defensa del terreno ganado con la devaluación en el abaratamiento de los costos laborales y en la discusión sobre cómo se inserta la Argentina en el comercio internacional.
Los tiempos cambiaron y la referencia al G8 conlleva la carga del pasado, por lo que sus promotores evitan utilizar ese nombre. En todo caso, alguien sugirió que podría denominarse G16, por el mayor número de entidades involucradas. Pero, en verdad, por ahora nadie quiere un bautismo oficial. Es demasiado pronto para eso, dicen los industriales. A pesar de ello, el proceso de acercamiento comenzó y hoy tendrá una primera escenificación. Los presidentes de las tres cámaras bancarias, de la Sociedad Rural y Confederaciones Rurales, de las cámaras del Comercio y la Construcción y de la Bolsa de Comercio (ocho, en definitiva) asistirán al acto de clausura de la Conferencia Industrial que organiza la UIA.
El presidente de la central fabril, Alberto Alvarez Gaiani, se lo anticipó anteayer a Néstor Kirchner en la sorpresiva reunión que mantuvieron en la Casa Rosada. El Presidente manifestó su acuerdo con que los empresarios trabajen unidos. El industrial se refirió a la experiencia española, donde la Confederación de Empresarios (COE) ha sabido mantenerse firme por más de 25 años, bajo la presidencia de José María Cuevas. En cada tema importante de política económica, la COE emite su opinión. Esa entidad fue una de las que impulsó la reforma laboral que flexibilizó las condiciones de trabajo en aquel país.
En la Argentina de hoy, cada cámara tiene su particularidad y no todas asumen las mismas posiciones en los distintos temas. Pero en la UIA señalan que la cuestión laboral y la política de comercio exterior, en un escenario de discusión sobre la conformación del ALCA, son dos primeros ítem en los que los empresarios pueden empezar a trabajar de manera mancomunada, aunque puedan existir diferencias de criterio o intereses.
El Gobierno no ve con malos ojos que los empresarios se junten, siempre y cuando prevalezca la opinión de los sectores productivos y respalden su accionar. Por eso, Kirchner y los ministros Lavagna y De Vido se involucraron personalmente en la interna industrial, promoviendo un acercamiento de las partes en que la UIA se encuentra dividida.
Otro tema que a los empresarios les preocupa especialmente es el de los piqueteros. Kirchner le dijo a Alvarez Gaiani que no piensa reprimir, luego de que éste le anticipó que hará una referencia a la cuestión en su discurso de hoy. Pero el empresario le aclaró que coincide en que hay que evitar hechos de violencia y sostuvo que se deben atacar las causas que llevaron al desempleo estructural. De todos modos, hoy se verá qué posición asumen los empresarios de los distintos sectores. Ese puede ser un primer test para el intento de rearmar el G8. El Gobierno estará atento. Frente a Alvarez Gaiani, Kirchner dijo que hay que tomar nota de la experiencia de Neuquén, donde la represión terminó por agigantar el conflicto.
Finalmente, otro punto que surgió en la entrevista entre el Presidente y el industrial fue el de las tarifas de los servicios públicos. Kirchner señaló que “llevaremos el tema de a poco”, deslizando que habrá aumentos, pero que éstos se aplicarán gradualmente, según “las circunstancias” políticas. En la despedida, el jefe de la Casa Rosada prometió que hoy al mediodía estará presente en Pilar, en el día en que el G8 puede comenzar a recobrar su forma.