La metalúrgica Ivanar se presentó ante el Juzgado Civil y Comercial Nº 11 de Rosario, a cargo de la jueza Delia Giles, para solicitar que el Mercado a Término de Rosario (Rofex) cumpla con contratos acordados de dólar a futuro, informaron ayer fuentes judiciales. El dólar a futuro refleja el valor esperado de la moneda estadounidense los últimos días hábiles de cada mes y el mercado funciona por diferencial de pesos. Quien compra dólar a futuro aspira a obtener un diferencial entre el precio que se registra al vencimiento del contrato y el que efectivamente pagó. En octubre y noviembre, el Banco Central ofreció dólares a futuro con vencimiento en marzo de 2016 en un valor cercano a los 10,50 pesos, muy por debajo de la cotización actual del dólar. A quienes efectuaron estas operaciones se les debe pagar la diferencia en pesos.

A mediados de diciembre se decidió establecer una quita en esa diferencia y por ese motivo en la Justicia se realizaron planteos, a través de medidas cautelares, lo que derivó en una corrección a la suba de 1,25 pesos a los precios de los futuros comprados entre el 30 de septiembre y el 27 de octubre. Los contratos comprados a partir del 28 de octubre, en cambio, suben 1,75 pesos por dólar.

Hay varias causas presentadas contra el Rofex, tanto en la Justicia provincial como en la Federal. Por las operaciones y el quebranto producido al Banco Central, el juez Claudio Bonadio citó a prestar declaración, el 13 de abril próximo, a la ex presidenta Cristina Fernández, junto al ex titular del Central Alejandro Vanoli y el ex ministro de Economía Axel Kicillof. Luego de que se conoció la citación judicial, Kicillof cuestionó los argumentos de la denuncia en Página/12. “Al intervenir siempre se genera un precio artificial. Lo hace la Reserva Federal de Estados Unidos cuando pauta una tasa de interés. El precio (del dólar futuro) se fijo según lo que se había dispuesto en la Ley de Presupuesto y en lo que el candidato de nuestro espacio había prometido. Macri también había dicho en el debate que no iba a devaluar, luego lo hace, y nos culpa a nosotros de que vendimos futuros baratos. Además, era técnicamente imposible, y nos hubieran criticado también, si se fijaba un valor más alto para los contratos, porque le hubiésemos marcado la pauta de devaluación al próximo gobierno. Lo que hicimos fue ceñirnos a nuestra política monetaria. Era lo que pensábamos hacer.”