EL PAíS › ROMáN DI SANTO RENUNCIó EN FORMA SORPRESIVA A LA JEFATURA DE LA POLICíA FEDERAL

Un policía que ya no está en servicio

En el Gobierno atribuyeron a “motivos personales” la salida de Di Santo, quien fue confirmado en su cargo hace apenas dos meses. Elisa Carrió había pedido anteayer la cabeza del jefe de la Federal “porque ensució el crimen de Nisman”.

 Por Werner Pertot

El jefe de la Policía Federal, Román Di Santo, y su segundo, Héctor Tebes, renunciaron en forma sorpresiva a sus cargos. El jefe de la Federal tuvo una última reunión con la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ayer por la noche. Había tenido una conversación el miércoles. En el Gobierno, sostuvieron que no hubo ninguna pelea aunque los motivos de su salida no terminaban de quedar claros. “Se va después del traspaso a la Ciudad. Es un recambio natural”, indicó una alta fuente del Ministerio de Seguridad. Sin embargo, hace dos meses había sido confirmado en el cargo, por lo menos, hasta que concluyera el traspaso de parte de la Federal a la ciudad de Buenos Aires dentro de un año. La renuncia de Di Santo fue aceptada y no se conocía ayer quién será su reemplazante. La dimisión ocurre cuando el jefe policial había sido mencionado por la jueza Fabiana Palmaghini como uno de los que “contaminaron” el departamento del fiscal Alberto Nisman, por lo que Elisa Carrió había pedido su cabeza.

La renuncia de Di Santo se conoció ayer por la tarde. En el Gobierno hubo un absoluto mutismo sobre las razones: todos se atenían a los “motivos personales”. Esas palabras no figuran en su carta de renuncia, pero sí en el comunicado que emitió el Ministerio de Seguridad unas cuatro horas más tarde, en el que confirmó su salida y la de su segundo: “Expresamos nuestra gratitud y reconocimiento hacia los comisarios generales por la labor realizada en la Policía Federal y por sus años de servicio al conjunto de la sociedad”. El comunicado le agradece también “por la dificultosa tarea que supo afrontar el comisario Di Santo durante el traspaso de la Superintendencia” de Seguridad Metropolitana a la Ciudad. Además, adelanta que cuando asuman las nuevas autoridades –que ayer no habían sido definidas; otro indicio de lo abrupto de la salida– “se les otorgará un reconocimiento” a los salientes “por su destacado profesionalismo e interminable dedicación”.

Según indicaron fuentes del PRO vinculadas al área, Di Santo siempre tuvo una buena relación con Patricia Bullrich, lo que explica las cálidas palabras del comunicado. No ocurría lo mismo con el secretario de Seguridad, Eugenio Burzaco. En Balcarce 50 primó el mutismo y la falta de explicaciones sobre la renuncia intempestiva del comisario, lo que alimentó el misterio en torno a su salida.

En cambio, desde el Ministerio de Seguridad plantearon que era una decisión normal: “Es un cambio natural, después del traspaso –detallaron cerca de la ministra–. Son etapas. Le tenemos mucho respeto profesional”. No obstante, la oportunidad elegida no parecía implicar una decisión de mutuo acuerdo: la noticia de su renuncia se conoció mientras la funcionaria participaba de un operativo antidrogas en Mendoza. Y la obligó a volver de apuro. Por la noche, tuvo una última reunión con Di Santo y luego se conoció el comunicado en el que le aceptó su renuncia. No era la primera vez que presentaba su dimisión: el presidente Mauricio Macri se la había rechazado en diciembre, luego del cambio de mando.

Según circulaba en los pasillos del Gobierno, hace días el entorno de Di Santo hizo correr la versión de que el comisario no se sentía respaldado con las acusaciones que le llovieron en la causa Nisman. En el fallo en el que resolvió el pase al fuero federal de la causa por la muerte del fiscal, la jueza Palma- ghini enhebró entre sus argumentos la “contaminación” de la escena que le endilgó al entonces secretario de Seguridad, Sergio Berni, y a Di Santo. Sostuvo que hubo “inoperancia” para preservar la escena y que “la extensa y contaminante actividad desplegada sobre un escenario (...) dista de la esperable decisión que debía adoptarse”.

Sobre este fallo volvió esta semana la dirigente de Cambiemos Elisa Carrió. Desde un programa televisivo la líder de la Coalición Cívica le pidió al Presidente: “No mantenga a Di Santo como jefe de la Federal porque ensució el crimen de Nisman, aunque esté en su mesa chica”.

Sin embargo, nadie se animaba a afirmar que este fuera el motivo de su salida acelerada. Di Santo estaba en el cargo desde 2012. En los últimos meses, debió enfrentar la fuga de los hermanos Lanatta. Entre otras cosas, le tocó la tarea de admitir que sólo habían capturado a uno de los prófugos cuando se había anunciado que los tenían a todos. Durante los años del kirchnerismo mantuvo una exposición baja ante los medios, algo que había cambiado con la llegada de Macri. En su entorno también dejaron trascender que esto catalizó la decisión de irse.

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Román Di Santo dejó ayer la jefatura de la Federal en la que estaba desde 2012.
Imagen: DyN
 
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