ECONOMíA › EL PBI PODRIA CRECER DURANTE EL 2003 ARRIBA DEL 8 POR CIENTO
Lavagna practica cómo decir ocho
En el tercer trimestre el PBI aumentó al 9,8%, una tasa record para los últimos 10 años. El piso para el año ya sería de 7,7%.
El producto podría crecer durante el 2003 arriba del 8 por ciento. A esa conclusión llegan los expertos después de conocidos los números del PBI que publicó ayer el Indec. En el tercer trimestre del año, el producto cerró con un crecimiento record (9,8 por ciento) desde que comenzó a medirse la serie vigente en 1993. Así, hasta septiembre, ya acumulaba un aumento del 7,7 por ciento. Las cifras oficiales revelan, además, un notable repunte del consumo. En cambio, las exportaciones parecieran desacelerarse.
Durante el año, el crecimiento estuvo motorizado por la expansión de la producción de la industria manufacturera (16,9 por ciento entre enero y septiembre) y de la construcción, que saltó un 40 por ciento en relación de los bajísimos niveles de actividad del año pasado.
Más en general, es evidente que el crecimiento posdevaluación es impulsado por el sector productor de bienes, a diferencia de los noventa, cuando eran los servicios los que lideraban la expansión. De acuerdo con las cifras del Indec, durante el tercer trimestre del 2003 el nivel de actividad del sector productor de bienes aumentó casi 16 por ciento, frente a un 4,8 por ciento de los servicios.
El director de Política Macroeconómica, José Luis Maia, reconoció que los números oficiales arrojan un “crecimiento mayor al esperado” y consideró que, con los datos difundidos ayer, el aumento del PBI en 2003 tiene un piso de 7,5 por ciento. Además, adelantó que “los números de diciembre vienen bien”, con lo cual sugirió que ese incremento está garantizado y podría superarse.
De hecho, los números del Indec muestran que la recuperación, lejos de desacelerarse, sigue tomando envión. En el primer trimestre del año, el producto creció al 5,4 por ciento, en el segundo al 7,7 por ciento, y en el tercero al 9,8 por ciento. En los últimos diez años ningún registro trimestral había marcado un crecimiento tan elevado, como el evidenciado entre julio y septiembre pasado. Sólo en el cuarto trimestre del ’96, cuando la economía empezó a repuntar tras la recesión del efecto Tequila, se puede encontrar una tasa de crecimiento del PBI similar: 9,2 por ciento.
Hace poco más de dos semanas, Roberto Lavagna había dicho que el PBI crecería este año 7,3 por ciento, muy por encima de la estimaciones que se barajaban a mediados de año. Sin embargo, todo parece indicar que el ministro se quedó corto. Hasta septiembre, ya acumulaba, como se mencionó anteriormente, una suba del 7,7 por ciento. Pero en octubre, el indicador mensual de actividad –una variable aproximada del producto– aumentó 10 por ciento. Y por lo tanto, no sería de extrañar que el año cerrara con un crecimiento superior al 8 por ciento.
Las cifras del Indec muestran también una fuerte recuperación de la inversión, en parte debido al boom de la construcción (las obras en las cuentas nacionales se computan como “inversión”); pero en buena medida también debido a la compra de equipos durables de producción por parte de las empresas, algo imprescindible para hacer sustentable el crecimiento en el futuro. En el tercer trimestre, la inversión global aumentó casi 43 por ciento en relación con igual período del 2002, un rito que duplica al del primer trimestre. Claro que el año pasado el derrumbe había sido estrepitoso: las compras de bienes de capital se habían contraído casi un 40 por ciento.
Finalmente, los números del tercer trimestre confirman la reactivación del consumo. Entre julio y septiembre creció un 10,4 por ciento, una tasa que contrasta con el pálido comportamiento de las exportaciones, que crecieron apenas 4,3 por ciento.